El Hospital HM Nens, a través de la Fundación HM Obra Social Nens, se ha convertido en el primer centro de España en el que se aplica la Técnica de Vilkki, un innovador procedimiento de microcirugía que permite tratar la malformación del radio que impide el desarrollo normal del antebrazo en los niños (deficiencia radial).
El Dr. Francisco Soldado, nuevo jefe del Servicio de Cirugía en Traumatología y Ortopedia Pediátrica del Hospital HM Nens, ha sometido a un niño de 4 años a un trasplante vascularizado de la articulación metatarsofalángica del pie que le permitirá enderezar la muñeca, además de recuperar la movilidad y su capacidad de crecimiento.
Iago, un niño de 4 años de A Coruña, nació sin el radio del antebrazo derecho, una malformación congénita muy poco habitual que, en este caso, es consecuencia del Síndrome de VACTERL que padece el pequeño. Este problema hace que al carecer de uno de los huesos que soportan la muñeca, ésta se desvíe marcadamente hacia el interior del brazo, el lado dónde debería encontrarse el radio.
Hasta ahora, con la técnica clásica aplicada denominada Centralización, los resultados eran mediocres, pues permitía enderezar la muñeca llevando la mano sobre el hueso cúbito y estabilizándolo con una aguja interna, pero alteraba el crecimiento, restringía mucho la movilidad y se desviaba la muñeca. Hoy, mediante un trasplante vascularizado de articulación metatarsofalángica, se consigue enderezar la mano del paciente, soportar la muñeca y alcanzar una movilidad excelente manteniendo el ritmo de crecimiento cubital, lo que favorece el equilibrio de la posición de la muñeca.
Este tipo de trasplante, cuya edad recomendable para llevarlo a cabo es entre los 3 y 6 años del paciente, fue realizado por primera vez por el doctor finlandés Simo Vilkki a principios de siglo y consta de dos fases. En la primera intervención, los huesos del carpo se trasladan progresivamente encima del cúbito mediante un fijador exterior que alarga las partes blandas (tendones, piel, etc.) un milímetro diariamente.
Al final del proceso, pasados dos meses, en una segunda intervención, se trasplanta la segunda articulación metatarsofalángica de manera vascularizada, es decir, conectando venas y arterias. Para ello, es necesario utilizar un potente microscopio, pues su diámetro es de medio milímetro aproximadamente. La articulación sana del pie incluye dos fisis o cartílagos de crecimiento. De este modo, el antebrazo podrá desarrollarse.
La Técnica de Vilkki es un innovador procedimiento de microcirugía que se utiliza poco debido a su enorme complejidad. El Dr. Francisco Soldado, jefe del Servicio de Cirugía en Traumatología y Ortopedia Pediátrica de HM Nens, se formó con el Dr. Vilkki y, actualmente, es de los pocos especialistas a nivel mundial que la aplica.
Soldado explica que “aún hay padres que son reticentes a operar a sus hijos por temor a que la parte que se extrae del pie afecte a esta extremidad y sumar otra dolencia a la ya existente, pero la verdad es que los resultados son muy buenos sin menoscabo en los pies. Por el contrario, los beneficios que se obtienen en el brazo son muchos”.
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