Durante estos meses de confinamiento hemos visto multitud de iniciativas y de gestos cargados de una enorme simbología. La unidad y la responsabilidad han inundado nuestras casas, nuestros hospitales etc. Sin embargo, ¿la responsabilidad ha inundado las acciones de este Gobierno?.
Cada vez surgen más voces que cuestionan la estrategia seguida por el Gobierno durante estos meses. Cada día durante más de sesenta días millones de españoles han salido a sus balcones a aplaudir a los profesionales de la sanidad en reconocimiento de su labor en una situación extrema y en la que han fallecido casi 30.000 personas.
Si piensan que la iniciativa de los aplausos ha sido casual están muy equivocados. El Gobierno presidido por Pedro Sánchez y su mano derecha Iván Redondo han llevado a cabo en este tiempo una estrategia de manipulación de la información y de ocultación de datos. Podríamos estar ante un modelo que usa a los medios de comunicación y a la iniciativa de los aplausos para instaurar en la sombra un sistema parecido a otros países como podrían ser el modelo económico de Cuba o Venezuela.
Aunque no solo en el modelo económico, la sanidad ha sido un pilar clave en esta pandemia. Podemos ha mostrado especial interés en controlar los movimientos de los españoles, está claro que quieren llevarnos a un modelo sanitario propio de Maduro o de los Castro. Es por ello, que los plausos han servido de distracción de la sociedad mientras en el poder estaban preocupados de mantener controlados a la sociedad.
En este sentido no hay que olvidar que están aprovechando la crisis sanitaria para implantar en nuestra democracia un sistema poco democrático como tiene Cuba. La intención del Gobierno pasa por equiparar dentro de toda la sanidad a enfermeros, celadores y médicos como tienen los sistemas autoritarios de estos países. Es una cuestión bastante preocupante que los medios de comunicación no deberían dejar pasar.
Antes en España había escalafones, ahora, con la iniciativa de los aplausos están todos a la misma altura a ojos de la sociedad. Los medios y los periodistas deben estar alerta y saber que estamos perdiendo libertades fundamentales que recoge nuestra constitución. La libertad de prensa nos hace libres y refuerza nuestro sistema democráticos no podemos dejar que desde el Gobierno intenten callar a los medios de comunicación.
Si seguimos el camino de países no democráticos acabaremos sin libertades ni derechos. La sociedad española que ha luchado por la actual democracia no debe olvidar que la libertad es un elemento que está más frágil que nunca. La censura desde Moncloa de las preguntas a periodistas las continuas contradicciones en datos por parte del ministerio de Sanidad y los bailes de cifras de fallecidos, no solo hacen daño a la sociedad sino que debilitan nuestra democracia.
Hoy en día es más complicado que nunca informar. Las trabas de los responsables políticos a contar la verdad son mayores. El periodismo es más necesario que nunca. El cuarto poder es esencial y se debe actuar con responsabilidad y compromiso son la sociedad.
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