La polémica en la Segunda División del fútbol español sólo tiene, a juicio de los expertos, un responsable: el presidente de la Liga de Fútbol Profesional (LFP), Javier Tebas. La gestión del ‘hombre fuerte’ del balompié patrio, siempre tan discutida, ha encontrado un nuevo caballo de batalla con la gestión de los infectados en el Fuenlabrada Club de Fútbol, soliviantando a los clubes más afectados.
Lo que se le afea a Tebas en esta ocasión es que él mismo, que hace meses se llenaba la boca con declaraciones sobre cómo gestionar positivos por coronavirus en los equipos, ahora ha gestionado de forma discutible la del Fuenlabrada.
El problema reside en que esa gestión y las medidas adoptadas ya serían criticables de por sí. Pero se agravan con otro factor: la presencia de su hijo, Javier Tebas Llanas, en la dirección del club madrileño, donde ejerce como secretario de su Consejo de Administración y asesor jurídico.
¿Puede el hijo del presidente de la LFP ocupar dichos cargos en un equipo? Aparentemente, y según la legislación, si. El problema reside en que ética y estéticamente no parece lo más adecuado.
No es la primera ocasión en que Tebas hijo se encuentra en el centro de un huracán similar. En estos momentos, en plena polémica, se recuerda su inmersión en el negocio de los derechos audiovisuales, entre otras operaciones, así como las vinculaciones de su padre con Jaume Roures. La pareja Tebas-Roures hace tiempo que apartó sus diferencias ideológicas (uno, de Fuerza Nueva; el otro, de la Liga Comunista Revolucionaria) para centrarse en un objetivo común: EL NEGOCIO.
Tampoco ha cogido de sorpresa esta situación que, si no ilegal, al menos sí discutible en el terreno ético y estético.
Los dos Tebas han estado de plena actualidad en las últimas semanas, además, por cuestiones ajenas al fútbol. Tebas Llanas ha participado en la creación de la sucursal madrileña del instituto que dirige Marion Marechal en Francia junto a socios como los consultores de Vox Gabriel Ariza y Kiko Méndez Monasterio y el nieto de Blas Piñar, fundador de Fuerza Nueva, Miguel Menéndez.
En dicha escuela aparece su padre, Javier Tebas Llanas, presidente de la LFP, como profesor. Algo que tampoco parece muy normal, ya que sitúa al máximo responsable de este puesto institucional con una vinculación ideológica clara, prestando su nombre y su cargo a la legitimación del proyecto que, según parece, no cuenta con homologación académica reconocida.
Padre e hijo comparten ideología. Si Tebas Medrano fue un destacado responsable de Fuerza Joven, las juventudes de Fuerza Nueva, Tebas Llanas emuló a su progenitor militando durante un tiempo en un grupúsculo ultracatólico y franquista, Acción Juvenil Española.
En un blog oficial de esta organización se alude a una sede de esta entidad en Zaragoza mencionando el liderazgo de un Javier Tebas.
Vaya alucine de país, pero aún así…
Seguiremos Informando…