Las vacaciones de verano están siendo una importante vía de escape para todos los ciudadanos, lejos quedan los meses de confinamiento en los que se han vivido situaciones de estrés, miedo o incertidumbre. Las conductas obsesivas, las fobias o los trastornos psicológicos han afectado, en mayor o menos medida, a la población en general; y los expertos advierten que un posible segundo confinamiento sería más dañino para la salud mental que el primero que ya hemos vivido.
“Cuando se abrió la puerta y los españoles salieron de casa, nos empezaron a llegar consultas con estados de hipocondría y comportamientos compulsivos, aprehensiones, obsesiones y miedos. Pero, de forma general, lo que nos trasladan los pacientes es su estado de agotamiento físico y psicológico”, explica Marta de la Fuente Lago, psicóloga sanitaria y directora de formación del Centro de Psicología Área Humana en Madrid, especialista en trastornos de ansiedad y estrés, y miembro de Top Doctors.
El descontrol emocional vivido se ha visto aliviado con el desconfinamiento y las vacaciones de verano, ya que la vuelta a la rutina y los encuentros sociales nos han permitido sentir la “normalidad” de nuestras vidas antes de la crisis de la COVID-19. No obstante, con los rebrotes, la vuelta de las restricciones o los confinamientos parciales, el descontrol emocional puede volver a hacer su aparición.
Maria Rosario Gomis Ivorra, psicóloga especialista en Emergencias, clínico EMDR y miembro de PSICOEMERGENCIAS CV y Top Doctors, participó en varias líneas de atención psicológica de la Comunidad Valenciana durante el confinamiento y afirma que “esos efectos que sufrimos todos de forma progresiva durante el primer confinamiento surgirían más rápido y más fuertes. Nuestra resiliencia, estaría afectada por la fatiga provocada por la primera desregularización emocional”.
La Dra. Gomis, aporta una serie de consejos para llevar psicológicamente mejor las nuevas restricciones que aparecen con los nuevos brotes acontecidos:
1. Organizarse el día de manera que se sepa siempre qué es lo que se va a hacer, para obtener sensación de control, pero siempre con flexibilidad.
2. Intentar hacer cosas que hasta ahora no se podía por falta de tiempo.
3. Mantenerse en contacto con la gente de nuestro alrededor.
4. Buscar tiempo para hacer ejercicio físico, aunque sea dentro de casa.
5. Mantenerse informado, pero que no sea la única motivación del día.
6. Si se tiene hijos, transmitirles tranquilidad y control, contando siempre la verdad si preguntan.
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