Pablo Montesinos es el segundo gran perjudicado, por detrás de Cayetana Álvarez de Toledo, de la remodelación acometida por Pablo Casado en el Partido Popular. La designación de José Luis Martínez Almeida como portavoz de la formación popular relega a Montesinos a la Vicesecretaría General de Comunicación del PP.
Aunque no se trata de un cargo cualquiera, Montesinos pierde presencia al convertirse Almeida en el “rostro” público encargado de difundir los mensajes del PP de Casado.
Un cambio que, a nivel interno, ha sido agradecido, ya que se considera que el alcalde de Madrid ha ganado en altura política con su gestión del coronavirus en la capital. Además, Montesinos era discutido por algunos ‘barones’, pero también por miembros de la Ejecutiva, para los que el vicesecretario de Comunicación, aunque considerado una persona amable y con buen trato con los medios, arrojaba una imagen demasiado ‘pija’.
La estrategia de Comunicación y las relaciones con los periodistas continúan entre las atribuciones de Montesinos. Pero es cierto que Casado, de esta forma, le baja el volumen, especialmente después de que algunas declaraciones levantaran ampollas entre algunos socios de los populares a nivel autonómico y local.
Ese fue el caso de la entrevista en ‘La Razón’ en la que aseguró que no sería de Vox “ni con cuatro gin tonics”. No faltaron quienes vieron en esas palabras una frivolidad.
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