“Brigadas moradas”, “ciberguerrilla”, etc. Han tenido distintas denominaciones, pero siempre con el mismo objetivo: servir a Podemos en las redes, amplificar sus mensajes y atacar a sus adversarios de forma inmisericorde.
Aunque el partido morado ya no domina las redes sociales como antes, su ciberactivismo continúa de actualidad. Y es que se trata de una de las cuestiones más opacas de esta formación política.
La reciente declaración del ex abogado de la formación, José Manuel Calvente, señalando la existencia de una “guerrilla” cibernética vinculada a Podemos y destinada al acoso y derribo de los adversarios del partido, especialmente jueces y periodistas, ha vuelto a poner el foco en este asunto, que tanta prioridad ha tenido para los dirigentes morados desde la creación del partido.

Esta actividad ha contado con diversos cauces. Hace años, se dio a conocer la existencia del canal ‘Guerrilla’ en Telegram, dedicado a señalar objetivos para el ciberacoso, así como, a la distribución de consignas, mensajes e imágenes. La división entre ‘pablistas’ y ‘errejonistas’ pasó factura al canal que, sin embargo, mantiene sus actividades.
El propio Iglesias ha premiado en ocasiones a sus ‘influencers’ ciberactivistas con reuniones y encuentros a los que concurría junto a su entonces responsable de comunicación digital, Héctor Juanatey, ahora director de Comunicación del Ayuntamiento de Rivas Vaciamadrid (Madrid).
Pero el ‘fuego morado’ de los ciberactivistas del partido también ha estado dirigido contra aquellos que han osado criticar a la actual cúpula dirigente procediendo de las mismas filas. Incluso el PSOE de Pedro Sánchez, antes de llegar a un pacto de Gobierno con Unidas Podemos, fue objetivo de estos ciberactivistas.
Este apartado de la lucha política sigue siendo uno de los temas más opacos de Unidas Podemos, sobre el que Calvente ha puesto algo de luz al trasladar en sede judicial una de las principales sospechas dentro del partido: que algunos de los ‘ciberactivistas’ más destacados no sólo defienden a Iglesias y a su cúpula, sino que podrían estar remunerados, bien de forma directa, a través de la ‘caja social’ de Podemos, bien a través de la contratación, en concepto de asesoramiento en las redes, datos que barajan fuentes internas de Unidas Podemos, que son los que saben quiénes, dóndes y cuándos actúan los ciberpodemos.
Seguiremos Informando…










