Telefónica Empresas está instalando 500 desfibriladores monitorizados por tecnología móvil, que se encargarán de transferir las llamadas a los servicios de emergencias aeroportuarios, en los aeropuertos españoles gestionados por Aena. El objetivo es reducir el número de fallecimientos por muerte súbita cardiaca, que alcanzan los 30.000 al año en España.
El Internet de las Cosas (IoT) y la sensorización pueden llegar a abarcar todos los ámbitos de la vida, incluyendo el de la prevención y la salud. De esta manera, y a través de un servicio integral basado en el acceso público a la desfibrilación, es posible reducir la cifra de fallecimientos por paro cardiaco.
El funcionamiento consiste en que, a través del desfibrilador, se realiza una evaluación del estado de la víctima. Sólo si existe parada cardiaca, se aplicará la descarga eléctrica necesaria para revertir este estado. Además, Telefónica se encargará del mantenimiento integral de los dispositivos, con el objetivo de que siempre estén disponibles.
El acuerdo entre AENA y Telefónica contempla la renovación de los dispositivos y la ampliación de los que ya existen; además de incluir la instalación de desfibriladores semiautomáticos en algunos aeropuertos de aviación general que no disponían de dispositivos y la formación al personal no sanitario para que puedan utilizarlos en caso de necesidad.
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