La llegada de Cervera a EFE no es un asunto cualquiera, ya que buena parte de su carrera se ha desempeñado en puestos políticos bajo el mando de la Junta de Andalucía con Gobiernos socialistas. De hecho, Cervera fue durante años el rostro de la Junta como portavoz de la misma con Manuel Chaves y, entre otros puestos, también fue asesor de Susana Díaz como presidenta de dicha Comunidad.
Fue Montero, máxima representante de la cuota del socialismo andaluz en el Ejecutivo de Pedro Sánchez, la que repescó a Cervera como director de Comunicación y Marketing de SEPIDES, empresa de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI). Una muestra más de los tejemanejes del ‘clan andaluz’, puesto que Montero también nombro presidente de dicha entidad a Vicente Fernández, ex funcionario de la Junta de Andalucía en el periodo socialista, y al que la ministra le ha guardado el cargo en la SEPI tras haber dimitido por su imputación en la causa de Aznalcóllar.
La fidelidad de Montero con los suyos ha quedado probada, ya que mantiene a Bartolomé Lora, vicepresidente con un perfil técnico, como presidente interino, a la espera de que la causa en la que ha sido imputado el ex interventor de la Junta de Andalucía sea archivada.
En el caso de EFE, este movimiento es una muestra más de la influencia del ‘clan andaluz’ capitaneado por Montero. La predecesora de Cervera en el cargo, que le fue impuesta a Fernando Garea sin que éste rechistase, fue Rocío Reinoso, también procedente (como el ‘ausente’ Fernández de la SEPI) de la Intervención de la Junta de Andalucía.
Y lo mismo sucedió con otro nombre impuesto al pobre Garea, el de Soledad Gómez Amor, designada desde la SEPI como directora de Asuntos Jurídicos de la agencia estatal y letrada de la Junta de Andalucía.
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