Hoy en día sabemos que los síntomas que produce la COVID-19 pueden variar mucho según el tipo de persona afectada, provocando desde infecciones asintomáticas hasta neumonías graves o la muerte. Según un estudio internacional, liderado per INSERM i la Universidad de Rockefeller, el 10,2% de las personas que pasa la infección con sintomatología grave tiene anticuerpos que bloquean una molécula propia del sistema inmunitario: el interferón tipo 1 (IFN).
Este descubrimiento ha sido posible gracias al estudio de 987 muestras de sangre, todas ellas de personas que han sido ingresadas por neumonías graves causadas por el nuevo coronavirus en hospitales de todo el mundo, entre ellos el Hospital Germans Trias i Pujol y el Hospital Universitario MútuaTerrassa.
Gracias a este hallazgo, publicado en la revista Science, se permitirá identificar qué personas con infección por SARS-CoV-2 es más probable que desarrollen síntomas graves. Además, facilitará la adaptación de los tratamientos destinados a estas personas con autoinmunidad. No obstante, la misma revista también ha publicado en paralelo un estudio internacional, del mismo consorcio de investigadores, que demuestra que determinadas alteraciones genéticas que afectan a la producción de interferón explicarían el 3,5% de los casos graves de COVID-19.
De esta manera, los investigadores han identificado la importancia del IFN en la lucha contra la COVID-19 y pueden justificar por qué un 15% de las infecciones acaba desencadenando una clínica grave. “Lo que despertó nuestra curiosidad fueron tres pacientes con infección por SARS-CoV-2 que desarrollaron una neumonía grave y que, debido a una enfermedad previa, sabíamos que tenían anticuerpos que comprometían su propio sistema inmunitario”, explican Javier Martínez-Picado, investigador ICREA en IrsiCaixa, David Dalmau, investigador del Hospital Universitario MútuaTerrassa y de la Fundación Docencia e Investigación MútuaTerrassa, y Carlos Rodríguez-Gallego, investigador del Hospital Universitario de Gran Canaria Dr. Negrín.
Un sistema inmunitario comprometido
Los investigadores han reunido casi 3.000 muestras de personas de todo el mundo para saber si los autoanticuerpos son uno de los motivos por los que hay pacientes que pasan la COVID-19 de manera muy grave. De esta manera, han demostrado que un 10,2% de las personas con infección grave tenían autoanticuerpos, los cuales, en lugar de atacar al virus, atacan al propio sistema inmunitario, impidiendo el correcto funcionamiento del mismo.
Según explica Dalmau, “estos anticuerpos son previos a la infección, es decir, las personas ya eran portadoras y, a consecuencia de esta disfunción inmunológica, presentarán unas manifestaciones de la COVID-19 más severas y potencialmente mortales. En otras palabras, esta alteración es la causa y no la consecuencia de la gravedad de la infección por SARS-CoV-2”.
Tratamientos más personalizados
Gracias a los resultados de este estudio, las implicaciones clínicas serán directas. La detección de estos anticuerpos permitirá prever algunos de los pacientes que acabarán desarrollando sintomatología grave. Además, siempre que estos pacientes hagan una donación de sangre, habrá que comprobar si hay presencia de estos autoanticuerpos.
Los interferones se encuentran en la primera línea de defensa de nuestro cuerpo a la hora de combatir la infección por SARS-CoV-2. Por este motivo, en algunos casos, se pueden administrar como tratamiento de la COVID-19. Sin embargo, en el caso de los pacientes con anticuerpos, el tratamiento con interferón no es efectivo, ya que estos anticuerpos lo bloquean. Estos pacientes podrán recibir tratamientos más personalizados, con el objetivo de eliminar los autoanticuerpos.