Un estudio de la Asociación de Cardiología Intervencionista de la Sociedad Española de Cardiología (SEC) desvela que los fallecimientos por infarto de miocardio se han duplicado durante la pandemia. La situación que provoca la COVID-19 ha tenido un gran protagonismo en esta mortalidad, ya que el número de pacientes atendidos por infarto ha disminuido y el tiempo trascurrido desde los primeros síntomas ha aumentado. Reconocer un infarto con rapidez es crucial para la supervivencia.
Julio Maset, médico de Cinfa, explica que “no se debe tener miedo a la hora de recurrir a los servicios de emergencia, ya que unos minutos de diferencia pueden salvar una vida o, como mínimo, evitar graves secuelas. Por ello, es crucial saber reconocer los síntomas de un infarto de forma rápida y reaccionar de inmediato llamando cuanto antes al 112”.
¿Cómo se produce un infarto de miocardio?
Los infartos de miocardio se producen cuando la obstrucción de una arteria coronaria impide que alguna zona del corazón reciba el flujo sanguíneo que necesita, por lo que las células de este músculo (miocardio) empiezan a morir. En el caso de los hombres, el dolor en el centro del pecho o en el lado izquierdo del tórax, que a veces irradia hacia el brazo izquierdo o la mandíbula, es uno de los signos de alarma más comunes. Este dolor no se modifica con los movimientos o respiración y dura más de 20 minutos.
Sin embargo, infarto en las mujeres puede manifestarse con malestar en la boca del estómago y presión en el pecho o dolor que irradia hacia la espalda. Igualmente, el dolor no cede con los movimientos, ni con la respiración. También puede experimentarse sudor frío, dificultad para respirar, náuseas, vómitos y estómago revuelto. “Es importante saber todo esto y no considerar el dolor en el pecho como único indicativo de infarto para poder identificarlo cuando ocurre”, deja claro el doctor Maset.
Reconocer el infarto para poder actuar con rapidez es esencial. El primer paso es contactar con los servicios de Emergencias y llamar inmediatamente al 112. Así, los profesionales sanitarios podrán aconsejar a los acompañantes y al paciente y trasladarlo rápidamente al hospital para iniciar el tratamiento oportuno.
Consejos para tener un corazón sano:
1. Mantener una alimentación equilibrada, basada en frutas, verduras, hortalizas, pescado, aceite de oliva, carnes magras o lácteos. Reducir las cantidades de sal y alcohol.
2. Controlar el peso porque la obesidad es un factor de riesgo de las enfermedades cardiovasculares.
3. Vigilar la grasa acumulada en el abdomen ya que es muy peligrosa para el corazón. La mujer debe tener un perímetro abdominal de 88 centímetros y los hombres de 102.
4. Comprobar la tensión arterial y verificar que es igual o inferior a 135/80 mmHg.
5. Revisar los niveles de colesterol y glucosa. La mejor manera de controlarlo es llevar una dieta sana y hacer ejercicio.
6. Confiar en tu médico porque es el profesional que mejor puede aclarar las dudas y orientarnos.
7. Evitar el tabaco, multiplica el riesgo de sufrir ataques cardiacos o cerebrales.
8. Practicar 30 minutos de ejercicio al día, caminar, bailar, correr, andar en bici, nadar, etc.
9. Controlar el estrés y la ansiedad, el aumento de tensión emocional es peligroso para el corazón.
10. Compartir las dudas e intercambiar experiencias para seguir aprendiendo y cumpliendo los objetivos de salud.
Seguiremos informando…