Iglesias podría acabar imputado una vez que el Supremo valore los delitos de descubrimiento y revelación de secretos, con agravante de género, daños informáticos y acusación o denuncia falsa o simulación de delito. Si no estuviera aforado por su condición de diputado, García Castellón hubiera resuelto probablemente, la investigación del vicepresidente del Gobierno, según aseguran fuentes jurídicas. Sin embargo, el vicepresidente tendrá la oportunidad de aprovecharse del aforamiento, una de las figuras que más denunció cuando acusaba a la clase política de ser la “casta”de la que él es el mejor representante.
De ser imputado, sumaría un puñado de podemitas que siguen en sus puestos a pesar de la continua presión que Iglesias ejerció sobre el resto de formaciones políticas, especialmente el PP, cuando aún no llevaba moño ni se sentaba en la mesa del consejo de ministros.
La bomba le ha pillado a Pedro Sánchez presentando el Plan de Recuperación de la Economía Española que había pactado precisamente con Iglesias para rentabilizar política y mediáticamente la medida, una vez controlada la estrategia de acoso a Ayuso y el cierre de Madrid, que traía de cabeza al Gobierno por la resistencia de la presidenta Ayuso. Ahora, Sánchez tendrá que responder si mantendrá a su vicepresidente en el Gobierno en caso de ser imputado, como exigía a los populares cuando dirigía la oposición. En el caso del cerco judicial a sus socios de Gobierno por financiación irregular, el presidente del Gobierno se zafó de mala manera apelando a que era una cuestión de la formación morada, como si los morados no condicionaran su acción de gobierno en cada decisión, incluidos los desplantes al Rey.
La decisión judicial empaña también los ataques al PP por la investigación de la operación Kitchen que el Ejecutivo mantenía como base de su argumentario oficial, en las crispantes intervenciones en el Congreso y la medida anunciada por la pareja/ministra de Pablo Iglesias. La ministra Irene Montero ha dicho que el Ejecutivo va a reformar la Ley del Aborto, justamente en la semana en la que el Gobierno de coalición ha pisado el acelerador de la propaganda para tapar los rebrotes. Los fuegos artificiales de Iván Redondo pueden quedar en fuegos de artificio. Incluso, a la moción de censura de Vox igual le salen aliados…
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