La Sociedad Española de Neurología (SEN) impulsa, un año más, la Semana del Cerebro. El objetivo de este proyecto es concienciar a los ciudadanos sobre la importancia de tener hábitos de vida que fomenten la prevención activa del cerebro.
Las enfermedades neurológicas afectan a un 16% de la población española y algunas de ellas (como la migraña, el ictus, el Alzheimer, el Parkinson, o la epilepsia) están entre las enfermedades con mayor prevalencia. Teniendo en cuenta el envejecimiento de la población, muchas de estas enfermedades se pueden duplicar o triplicar en los próximos 20 años.
El doctor Jesús Porta-Etessam, Vicepresidente de la Sociedad Española de Neurología, explica que “el cerebro es uno de los órganos más importantes de nuestro cuerpo, pero a diferencia de lo que ocurre con otros órganos, éste no suele mandar señales de aviso de que algo no funciona correctamente hasta que el daño es importante. Por eso es muy necesario cuidarlo de forma continua. Sin embargo, y aunque tenemos muy interiorizados ciertos hábitos que nos permiten cuidar otras partes de nuestro cuerpo, no ocurre lo mismo con nuestro cerebro”.
Muchos estudios señalan que llevar hábitos de vida saludables puede reducir el número de personas afectadas por una enfermedad neurológica. “Aunque aún es pronto para poder estimar el verdadero impacto que ha tenido el confinamiento en la población o en nuestros pacientes, los estudios y los informes que se han estado publicando en pacientes españoles apuntan todos en la misma línea: el estrés, el sedentarismo y el aislamiento social que ha generado la pandemia son las principales razones de que la salud cerebral haya empeorado en estos últimos meses”, afirma el doctor Porta-Etessam.
Consejos para mantener un cerebro sano
– Llevar a cabo actividades que estimulen la actividad cerebral y te mantengan mentalmente activo como leer, escribir, memorizar números de teléfono, etc.
– Ejercitarse físicamente de forma regular, bien sea mediante la práctica de un deporte o realizando uno o dos paseos diarios de al menos 30 minutos.
– Potenciar las relaciones sociales y afectivas evitando la incomunicación, el aislamiento social y el estrés.
– Llevar una dieta equilibrada, evitando el exceso de grasas animales y de sal y potenciando el consumo de frutas y verduras.
– Tener hábitos de vida saludables sin consumo de alcohol, tabaco y drogas y dormir 8 horas diarias.
– Controlar la hipertensión, ya que es el principal factor de riesgo de enfermedades cerebrovasculares como el ictus.
– Proteger el cerebro contra las agresiones físicas del exterior mediante la utilización del cinturón de seguridad en los vehículos y del casco en moto.
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