Iñigo Errejón ha reafirmado el jueves su estrategia para aumentar el peso político de Más País y su derivación madrileña, Más Madrid, después de que su salto a la política nacional fuera de Podemos no alcanzase ni de lejos, los resultados esperados.
En la sesión parlamentaria, Errejón, aprovechando la tribuna parlamentaria, ha abogado por la moción de censura contra la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, y ha metido presión a Ciudadanos, pilar clave para sacar adelante dicha propuesta.
Tal y como relató semanas atrás prnoticias.com, la estrategia de Errejón pasa por convertir Madrid en un trampolín que infle su crédito político empleando a los diputados de Más Madrid en la Asamblea madrileña, donde su grupo cuenta con una mayor representación y capacidad de movilización que Unidas Podemos.
Este plan pasa por movilizar a su apéndice madrileño a través de Rita Maestre (su rostro más conocido) y Pablo Perpinyà, aumentando la presión en la Asamblea, por una parte, y en las calles, por otra, hasta convertir a Más Madrid en eje clave de un posible cambio político en la Comunidad. Dicho en claro, Más Madrid aspira a un papel similar al de Podemos en el Ejecutivo de Pedro Sánchez pero en versión madrileña.
En esa estrategia, se contempla la posibilidad de que Errejón pueda presentarse como interlocutor ante Ferraz para plantear esa moción y la formación de un núcleo fuerte que descabalgue a Ayuso de la Puerta del Sol. Los errejonistas entienden que algo así potenciaría la figura política de su líder, empleando como plataforma el único lugar en el que cuenta con cierto potencial político.
Dentro de ese plan, Maestre, desde el Ayuntamiento, se ha convertido en una figura clave al estar siendo la cara más comprometida de Más Madrid a nivel de calle. No obstante, Maestre cuenta con un ‘handicap’: su presencia en el Gobierno de Manuela Carmena. Y es que el hecho de que Maestre, ahora, esté recorriendo las calles de los barrios no hace olvidar que durante su etapa como portavoz municipal su presencia en ellos fue más bien escasa. Al menos esa es la percepción.
El ejemplo más llamativo es el del barrio de San Fermín, en el distrito Usera. Tras el fichaje del histórico activista vecinal de Orcasitas Félix López Rey, Maestre, de su mano, ha acudido en diversas ocasiones a este barrio para protestar contra medidas del Ayuntamiento de Madrid en los últimos meses. Desde luego, mucho más que en todos los años que formó parte del equipo de Carmena.
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