Manolo Lama no se imaginaba lo que le iba a pasar tras 24 horas de viaje. El locutor de El Partidazo regresaba anoche a Madrid desde Kiev, donde había estado comentando el encuentro de la Selección española frente a Ucrania. El equipo del programa conectó con él porque al parecer había tenido un percance. Juanma Castaño abría la llamada para preguntarle qué le había pasado.
“Ya te dije, Juanma, que lo que mal empieza, mal acaba. Me he quedado tirado en el km 8.1 de la M-30. El taxi que viene a recogerme se ha quedado sin batería o sin electricidad y estoy como un gilipollas esperando a que alguien venga a recogerme”, explicó Lama. La historia prometía. A pesar de su mala suerte, el comentarista se lo tomó a guasa: “Llamada de socorro. Vía de servicio M-30, km 8.1 a 100 metros de la salida de Estrella Polar”. Juanma Castaño se interesaba constantemente por el estado de su compañero: “Oye, Manolo, ten cuidado”.
El periodista insistía una y otra vez cuando se le ocurrió preguntar a Lama por su mujer: “Oye, ¿es posible que tu mujer lo esté escuchando y vaya a por ti?”. Manolo Lama no dudó un instante al responder: “No, mi mujer me está escuchando pero no va a venir a por mí“. El estudio de El Partidazo de COPE estalló en una sonora carcajada. “Esto mejora por momentos”, apuntó Paco González. La accidentada aventura de Manolo Lama sumaba ingredientes minuto a minuto.
El comentarista explicó que la taxista había llamado a su marido para que fuera a recogerlos: “Pues aquí estoy, esperando. Esta señorita ha llamado a su querido esposo, que también es hombre del volante, para que venga y nos arranque el coche”. En estas estaba Lama cuando le pidió a la taxista que explicase su versión a los oyentes del programa: “No sabemos si ha sido la batería, porque al estar tanto tiempo parado se habrá quedado sin batería”. Mientras, los compañeros de Lama hacían sangre de su situación: “24 horas de viaje y estás tirado en la M-30”. Él no daba crédito a lo que le estaba ocurriendo: “Esto ni guionizado me sale tan bien como me está saliendo ahora”.
En esos momentos comenzaron a llegar varios taxistas, que acudían a la llamada de socorro que hizo Manolo Lama: “Anda mira, aquí hay un taxista. Este es un crack, mira dos, tres…este es un colega. ¡Cuatro taxis, niño, esto es la radio!”. Manolo Lama se animaba por momentos mientras intentaba hablar con uno de sus rescatadores. “¿Me ha oído usted en la radio?”, preguntaba. El taxista le comentó que le había escuchado desde casa y había cogido el taxi para echarle una mano. Lama le agradeció el gesto y le explicó su situación: “Ah, pues muchas gracias. Pero es que esta señora me tiene raptado y quiere que me lleve su marido. El equipo de El Partidazo de COPE no daba crédito. Entre risas, despidieron a Lama y le desearon suerte. “Suerte no, que venga el marido de esta mujer a rescatarme”, comentó el periodista.
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