La psoriasis es una de las enfermedades inflamatorias crónicas de la piel más conocidas por la población general, dado que la padecen en torno a un 2-4% de las personas con piel clara (caucásica). En su origen y exacerbación participan una suma de factores genéticos, inmunológicos y ambientales aún no totalmente dilucidados. Por estos motivos, la psoriasis es una de las enfermedades de la piel más estudiada con 13.641 publicaciones indexadas en los últimos 5 años.
Muchos de estos últimos estudios se centran en las patologías asociadas a la psoriasis, dado que se ha comprobado la existencia de un estado de “inflamación general” y no solo de la piel; hasta un 73% de los pacientes pueden asociar algunas de las siguientes: afectación articular (hasta un 30%), síndrome metabólico, enfermedades cardiovasculares, enfermedad inflamatoria intestinal o hígado graso no alcohólico, entre otras. También es la patología cutánea en la que más tratamientos biológicos, dirigidos hacia moléculas específicas se han ensayado y aprobado en las últimas décadas, mejorando de manera espectacular la calidad de vida de los pacientes afectados de manera moderada o grave por esta enfermedad.
Debido a que se trata de una enfermedad inflamatoria crónica mediada por el sistema inmune, “una de las dudas que más tienen los pacientes este año es si la disminución de “defensas” que ocasionan los tratamientos sistémicos (orales o inyectables) frente a la psoriasis pueden hacerles más proclives a contraer infección por el virus Sars-Cov2”, reconoce la doctora Silvia Pérez Gala, jefe de servicio de Dermatología del Hospital La Luz.
La psoriasis es una de las enfermedades inflamatorias crónicas de la piel más conocidas por la población general, dado que la padecen en torno a un 2-4% de las personas con piel clara (caucásica). En su origen y exacerbación participan una suma de factores genéticos, inmunológicos y ambientales aún no totalmente dilucidados. Por estos motivos, la psoriasis es una de las enfermedades de la piel más estudiada con 13.641 publicaciones indexadas en los últimos 5 años. Muchos de estos últimos estudios se centran en las patologías asociadas a la psoriasis, dado que se ha comprobado la existencia de un estado de “inflamación general” y no solo de la piel; hasta un 73% de los pacientes pueden asociar algunas de las siguientes: afectación articular (hasta un 30%), síndrome metabólico, enfermedades cardiovasculares, enfermedad inflamatoria intestinal o hígado graso no alcohólico, entre otras. También es la patología cutánea en la que más tratamientos biológicos, dirigidos hacia moléculas específicas se han ensayado y aprobado en las últimas décadas, mejorando de manera espectacular la calidad de vida de los pacientes afectados de manera moderada o grave por esta enfermedad.
Debido a que se trata de una enfermedad inflamatoria crónica mediada por el sistema inmune, “una de las dudas que más tienen los pacientes este año es si la disminución de “defensas” que ocasionan los tratamientos sistémicos (orales o inyectables) frente a la psoriasis pueden hacerles más proclives a contraer infección por el virus Sars-Cov2”, reconoce la doctora Silvia Pérez Gala, jefe de servicio de Dermatología del Hospital La Luz.
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