La intervención precoz de los fisioterapeutas reduce los efectos secundarios tanto de las cirugías de cáncer de mama como de los tratamientos que se reciben consecuencia de su aparición. Consciente de ello, el personal del Servicio de Rehabilitación del Hospital Universitario Infanta Elena, integrado en la red sanitaria pública madrileña, se ha centrado en octubre, mes de Sensibilización sobre el Cáncer de Mama, en informar acerca de la prevención y abordaje de las posibles secuelas que pueden aparecer tras sufrir un esta patología.
Esta iniciativa de divulgación está enmarcada en el proyecto ‘12 meses, 12 causas’, en el que los fisioterapeutas explican cada mes un tema diferente sobre su profesión de interés para la población, con el objetivo principal de “mejorar la calidad de vida de los pacientes”, según señalan desde el servicio. “En el caso de las pacientes de cáncer de mama -añaden los profesionales-, les ayudamos a alcanzar una mejor integración del esquema corporal y facilitamos la reincorporación a las actividades de su vida diaria de una forma óptima”.
Numerosos estudios confirman la eficacia de la fisioterapia en la prevención de las complicaciones que pueden surgir tras estas cirugías. En el hospital de Valdemoro, cada paciente recibe un tratamiento individualizado y adaptado. “Tratamos la cicatriz quirúrgica, la aparición de fibrosis, la limitación en el movimiento del brazo, educamos en automasajes y normas posturales y prevenimos, o en su caso tratamos, el linfedema en el miembro superior, una de las complicaciones más frecuentes”, comentan los especialistas.
Con estos tratamientos, las pacientes se sienten acompañadas y guiadas a lo largo del proceso de recuperación, que en muchas ocasiones puede durar meses. “Además, les servimos de referencia en las dudas que les puedan surgir”, explican.
Prevención y tratamiento del linfedema
El linfedema es una de las patologías de mayor prevalencia tras las cirugía de cáncer de mama, alcanzando una prevalencia de entre el 30 y el 40 por ciento. Con las pacientes afectadas por esta complicación, los fisioterapeutas del Servicio de Rehabilitación del Infanta Elena trabajan en dos líneas diferenciadas: la prevención y el tratamiento.
En cuanto a la prevención, la realizan a través de la educación e información sanitaria, con pautas y recomendaciones a seguir en su día a día para realizar en casa, en el trabajo, con respecto a la actividad física, en el cuidado y aseo personal… “Les enseñamos una serie de ejercicios específicos muy sencillos que puedan realizar ellas mismas, implicándolas en su recuperación y empoderándolas”, exponen desde el citado servicio.
En los casos en los que el linfedema ya ha aparecido, se realiza una terapia física compleja, que consiste en un drenaje manual de la zona a tratar, la aplicación de presoterapia y, por último, la realización de un vendaje de contención.
Actualmente, el Servicio de Rehabilitación del hospital de Valdemoro está trabajando en un proyecto que persigue, sobre todo, fomentar la prevención de la aparición e instauración del linfedema. “Estamos trabajando, junto a los rehabilitadores responsables de la Unidad de Linfedema, en desarrollar materiales informativos para los pacientes que recogerán toda la información necesaria para la prevención de esta patología, así como todos los cuidados que debe llevar a cabo la paciente”, concluyen los profesionales.