La crisis de la COVID-19 nos ha afectado en muchos aspectos de nuestra vida, desde la falta de socialización, a las emociones negativas y el miedo al contagio. Esto también ha influido en nuestra forma de relacionarnos con otras personas, además de en la vida sexual. Ipsos ha querido conocer qué piensan los panelistas de su Comunidad What&Why respecto al impacto de la pandemia en sus relaciones sexuales.
Según los datos del estudio, la vida sexual de los españoles es menor y de peor calidad que antes de la crisis por COVID-19. Alrededor de un tercio de los entrevistados afirma que la frecuencia con la que practica sexo ha bajado durante la pandemia, mientras que un 11% reconoce que lo practica más. Además, un 60% reconoce que lo practica con la misma frecuencia que antes.
La crisis sanitaria también ha afectado a nuestra satisfacción sexual. Dos de cada diez entrevistados declara estar menos satisfecho ahora que antes de la pandemia y, esta insatisfacción, viene dada por una menor cantidad de sexo. Los motivos están relacionados con una menor apetencia y más miedo al contagio. Sin embargo, un 65% se siente igual que en tiempos prepandémicos y un 16% afirma estar más satisfecho ahora, debido a una mayor frecuencia sexual.
La vida sexual de los solteros es la más perjudicada
Los solteros son los más perjudicados en temas de amor, desde la llegada de la COVID-19 nuestras vidas. Sólo un 21% afirma estar satisfecho con su vida amorosa, lejos del 73% de los consultados que conviven con su pareja y que admiten estar satisfechos con su vida amorosa.
En cuanto a la vida sexual, tan solo dos de cada diez solteros encuestados declaran estar satisfechos. No obstante, de los que viven con su pareja un 67% sí se siente satisfecho con sus relaciones sexuales. El 56% de los que tienen pareja, pero no conviven también se muestran satisfechos.
La consulta de Ipsos también aborda la forma en la que tenemos relaciones sexuales hoy en día. Según el informe, un 16% de los consultados declara que les ha cambiado mucho o bastante, un 21% que les ha cambiado algo y un 14% un poco. Los más afectados son los que comparten piso (42%), seguidos de los que no tienen pareja estable (34%) y, por último, los que conviven con sus padres (27%).
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