Los principales sindicatos de la Corporación amenazan con judicializar la contratación de externos y la vulneración del marco legal de RTVE, la directora de Magazines se niega a pasar por el aro, Hernández se desespera y Podemos activa a su terminal en CCOO para defender a Cintora.
El panorama en la Corporación pública es de rebelión absoluta. Los tres principales sindicatos con mayoría en el Comité Intercentros (UGT, Sindicato Independiente y USO) quieren llevar a los tribunales la contratación de Jesús Cintora y, especialmente, la de cerca de veinticinco personas a través de la productora de José Miguel Contreras. Un nuevo frente en los tribunales por la presunta vulneración del convenio marco de RTVE, que prohíbe la externalización de programas informativos, y que Enric Hernández, director de Información y Actualidad, pretende hacer tragar presentando el espacio de Cintora como un magacín de actualidad.
De cara a esta batalla, Hernández pierde una pieza clave con la dimisión de la directora de Magazines del ente, Isabel Cacho, según ‘El Mundo’. Esta decisión supone una rotunda desautorización a Hernández, con quien Cacho no se había entendido precisamente por el intervencionismo del exdirector de ‘El Periódico’ en su área.
Hernández, acostumbrado a desempeñar puestos de mando en medios privados, ha recibido una primera muestra del peor temor a los directivos de la Corporación pública: los portazos del personal fijo de RTVE. Un clásico del ente frente a la “guardia pretoriana” que han desembarcado, en forma de redacción paralela, Cintora y Contreras. Peones de brega contratados de forma externa que, por el bien de su puesto de trabajo, ejecutan órdenes sin problemas.
La dimisión de Cacho se suma, como ha señalado el diario de Unidad Editorial, a las de otras trabajadoras como Cristina Ortiz y Cristina Martínez, responsables de Centros Territoriales, entre otros nombres.
Hernández, que lleva semanas desesperado e intentando blindarse ante la polémica de Cintora y Contreras hasta extremos ridículos, se encuentra frente a los principales sindicatos, el Consejo de Informativos, el colectivo RTV sin personal y una oposición interna a nivel de cuadros intermedios vinculados a la Corporación, con plaza fija y sin nada que perder.
Frente a esto, el ex de ‘El Periódico’, a nivel táctico, sólo puede esperar aire de la sección sindical de CCOO, convertida en correa de transmisión del sector morado del Gobierno a través de Maite Martín, madre del diplomático Santiago Jiménez, pilar fundamental del gabinete de Pablo Iglesias.
Martín es la artífice de haber convertido Comisiones en la Corporación en un sindicato sicario de la formación morada hasta el punto de haber hecho pinza, meses atrás, contra Hernández, al considerarlo un operativo socialista que buscaba reducir la influencia de Podemos en la cadena pública.
Las tensiones con Hernández llegaron hasta el punto de publicar un artículo en ‘Mundo Obrero’, publicación oficial del PCE, en el que arremetían contra el director de Información y Actualidad y señalaban que “RTVE es un poder del Estado, de un Estado conformado por organizaciones políticas y (sobre todo) económicas a las que molesta la presencia de Unidas Podemos en el gobierno”. La campaña, por cierto, coincidió con otra paralela del digital podemita ‘La Última Hora’, donde colabora el director de ‘Mundo Obrero’ (y ex de TVE) José Manuel Martín Medem.
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