Nemesio Rodríguez, presidente de la FAPE, ha sido el protagonista de una de las conferencias organizadas por Nueva Economía Forum. El periodista ha mostrado su preocupación por la situación que atraviesa el sector y por el futuro a corto.
Nemesio Rodríguez ha hecho hincapié en el futuro más próximo para los medios y sus profesionales. Un futuro que estará marcado por la fusión entre algunos medios y el cierre de otros. El presidente de la FAPE ha asegurado que muchos medios tendrán que despedir a parte de su plantilla para hacer frente a las consecuencias de la Covid-19.
“Entramos en una nueva etapa de incertidumbre en nuestra profesión, que ya quedó muy tocada en la pasada recesión, y que se va a agravar cuando se cierre la posibilidad de seguir con los ERTES en las empresas informativas”, ha reconocido el presidente de la FAPE. Por este motivo, Nemesio Rodríguez ha asegurado que respaldará cualquier plan de ayudas siempre que suponga la supervivencia de los puestos de trabajo.
Polarización política
Nemesio Rodríguez no ha querido obviar otra de las preocupaciones a las que se enfrenta el sector: la política. “La tremenda polarización política que vive nuestro país se ha trasladado a los medios”, ha dicho. Sobre la relación entre la política y los medios, el presidente de la FAPE se ha mostrado rotundo. Ha asegurado que la política de comunicación ejecutada por el Gobierno durante la pandemia ha estado “muy mal enfocada”.
Asegura que desde la FAPE alertaron a Moncloa sobre el malestar entre los periodistas: “El secretario de Estado de Comunicación, Miguel Ángel Oliver, seleccionaba y hacía las preguntas y les propusimos que valoraran la posibilidad de modificar el sistema”, ha asegurado.
Desinformación
Tampoco ha pasado desapercibida para el presidente de la FAPE la última polémica que ha destapado el Gobierno al crear un comité para luchar contra la desinformación: “El procedimiento peca de poca claridad y mucha ambigüedad, dice más por lo que calla que por lo que expresa, e incluso ha suscitado opiniones divergentes sobre si supone limites o no a la libertad de información entre miembros del Gobierno”, ha dicho. Además, ha catalogado la desinformación como uno de los problemas más graves a los que se enfrentan en la actualidad las democracias.
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