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La enésima jugada del jefe de Gabinete de Pedro Sánchez, Iván Redondo, por hacer ver a los españoles lo que no es, le ha quedado bastante chapucera. Producciones Redondo ha pretendido esta vez parapetar al presidente del Gobierno detrás del portavoz de ERC, Gabriel Rufián, convertido por arte y gracia del marketing político, en portavoz del Gobierno.
Tras alcanzar un preacuerdo con el Ejecutivo para respaldar los presupuestos de 2021, el líder independentista trazó la avanzadilla sobre cuáles iban a ser las medidas económicas, recogidas en las cuentas para que la ministra Montero pudiera rematar a puerta vacía, durante su rueda de prensa en Moncloa. Así Sánchez quedaba protegido, a la espera de que la jugada le saliera bien, o rematadamente mal, como cuando quiso acabar con Ayuso en el conflicto del confinamiento. Redondo entonces chamuscó al ministro Illa y ahora lanza a Rufián (encantado en su papel de rastreador de votos para su parroquia) a denunciar el “dumping fiscal” de Madrid. La consigna: proteger al presidente. Que no parezca que es él quien sube los impuestos a los madrileños, ‘no vaya a ser que terminen por empatizar aún más con la Presidenta’.
Entre las medidas que impondrá Sánchez, aunque no las haya anunciado él en su homilía del domingo, está la creación de un comité bilateral para realizar ‘una reforma fiscal integral’ y ‘reformar el impuesto a las grandes fortunas’, según dijo el Rufián. Y esto no es otra cosa, que elevar el Impuesto de Patrimonio y Sucesiones para acabar con ‘el paraíso fiscal de facto que la derecha se ha montado en Madrid y que supone un grave perjuicio para la clase trabajadora’, señaló. Pero la maniobra para preservar al presidente de una medida tan impopular para los madrileños se desentraña fácilmente. Basta sólo recordar que el Gobierno ya contemplaba un incremento de Patrimonio en sus cuentas para el año que viene, y que, desde hace dos años, Sánchez, Montero y Lastra, entre otros responsables del Gobierno y el PSOE, llevan diciendo que lo iban a poner en marcha. Por tanto, la asfixia a Madrid no es una cuestión que surja de los pactos con ERC, por mucho que el gurú de Sánchez así lo quiera presentar.
ACABAR CON MADRID Y CON DÍAZ AYUSO ES OBJETIVO DE LA LEGISLATURA
Laminar al PP de la Comunidad más próspera, es la misión. Y si Moncloa y los más de 200 asesores de Producciones Redondo no pudieron hacerlo poniéndole palos en las ruedas a Ayuso en esta segunda ola de la pandemia, vuelven ahora a la carga intentando asfixiar a Madrid con subidas impositivas.
Moncloa deberá decidir cómo va a obligar a las Comunidades Autonómas a subir el Impuesto de Patrimonio. Pero no sólo. En su hoja de ruta está también incrementar el de Sucesiones, aunque el argumentario de Redondo no lo haya incluido. Y no es baladí que haya ocultado esta intención, ya que mientras el primero se presta al discurso demagógico de los ricos, el segundo tiene peor venta ante la opinión pública, ya que afecta a todo aquel que hereda, aunque sea la casa del pueblo de sus padres.
La contestación ante la subida de este impuesto en las Comunidades donde gobierna el Psoe fue extraordinaria, en los tiempos en los que Susana Díaz presidía la Junta de Andalucía y la ahora ministra, María Jesús Montero, era su consejera de Hacienda.
En el Gobierno, la subida de Sucesiones la llevan de tapadillo a sabiendas del rechazo que genera. Miles de personas han tenido que renunciar a una herencia por no poder pagar los impuestos que la gravan. Y eso a Redondo no se le escapa, y contenta al engendro y sus muchachos.
La Comunidad de Madrid eliminó el impuesto a las herencias en el año 2008, gobernando entonces Esperanza Aguirre. La manera de hacerlo fue estableciendo una bonificación del cien por cien, lo que permitió que muchas personas y sociedades trasladaran su domicilio a Madrid. Ambas medidas facilitaron a la región incrementar su recaudación gracias al efecto de atracción.
Ayuso ha seguido la senda del recorte impositivo a los madrileños y en declaraciones a Antena 3 manifestó, no estar dispuesta a pasar por el aro del impuestazo de Sánchez a Madrid. Y es que no se le escapa que el Gobierno ha querido utilizar a los independentistas para hacer caja con el patrimonio de los fallecidos en la región.
Reforzada en su papel de lideresa, incluido en su propio partido, que se puso de lado cuando la presión era insoportable, Ayuso pretende dar la batalla otra vez contra Sánchez utilizando la potestad que tiene para establecer tributos propios siempre que no graven hechos imponibles ya gravados por Estado. En este caso, para bajarlos. Y para ello, está dispuesta a mostrar, que, Cataluña es la Comunidad que más impuestos propios tiene, ocupando el último lugar sobre depósitos en entidades de crédito.
Si Redondo pretende hacer ver en Madrid, que lo que pasa en Cataluña es culpa de la Comunidad que preside Ayuso, no debería minusvalorar la capacidad de resiliencia de la Presidenta, ni la de su homólogo en Sol.
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