La campaña, que tras su lanzamiento el año pasado obtuvo una gran repercusión en medios de comunicación y redes sociales, cuenta la historia real de Andrea, una mujer con Parkinson que se desplaza en silla de ruedas y vive en un cuarto piso sin ascensor. A través de un experimento social con su comunidad de vecinos, la campaña quiere hacernos reflexionar sobre la situación de las 100.000 personas con movilidad reducida que no pueden salir nunca de sus hogares por la falta de accesibilidad de su edificio.
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