Madrid, 10 de diciembre de 2020.- La última sesión de la segunda jornada del Congreso Claves 2021, organizado por la Asociación Española de Medios de Información (AMI) y la Asociación Mundial de Editores de Noticias (WAN-IFRA), ha versado sobre el medio de comunicación The New York Times, concretamente sobre su transformación de un medio tradicional a un gigante digital global.
Para explicar el tema, hemos contado con Mark Thompson, Ex-Presidente y CEO de The New York Times Company, junto a Alexandra Borchardt, coach de Table Stakes Europe, profesora de Periodismo en la Universidad de Berlín e investigadora asociada senior del Reuters Institute.
También el presidente de AMI, Antonio Fernández-Galiano, ha participado al comienzo de la conferencia para explicar la crisis económica que viene sufriendo el sector desde 2008 y que se ha acentuado con la pandemia. “Tenemos que afrontar un cambio de modelo que es esencial para mantener vivo al periodismo”, ha asegurado. En este sentido, el papel de los editores es fundamental “para ofrecer un periodismo de calidad”.
Ése es el papel que Mark Thompson llevó a cabo en el periódico The New York Times, referencia mundial. Consiguió darle un giro radical a los ingresos de la compañía gracias al aumento de suscripciones que rompió la dependencia del medio con la publicidad. Para hacerlo, el directivo ha explicado que “si quieres vender periodismo de calidad, tienes que invertir”. En su caso la inversión fue en tema tecnológico.
Pero también se marcó un objetivo ambicioso: llegar a los 10 millones de suscripciones en 2025. “No hay que subestimar nuestro potencial”, ha explicado Thompson, sino que hay que ofrecer al lector confianza y hay que generar un hábito de lectura y una necesidad informativa. Para hacerlo, el primer paso es pensar qué estamos haciendo. ¿Está la gente dispuesta a pagar por lo que hacemos? Cuando Thompson empezó su andadura en The New York Times, la respuesta era “no”, porque el producto que se estaba llevando a cabo era un vuelco de la versión impresa a digital. Sin embargo, había que adaptarse a un público cada vez más formado e interesado por temas sociales y políticos, y también adaptarse a un nuevo formato: el móvil.
Para el directivo, estaba claro que el periódico era como un cubo de Rubik en el que “todo estaba allí, pero había que darle una vuelta para que encajase”. Por eso, durante los dos o tres primeros años realizó un diagnóstico de la situación a partir del cual se realizaron experimentos y se llevaron a cabo nuevas ideas. El punto de inflexión llegó en 2015, cuando se pensó en hacer periodismo de alta calidad en formato digital “de forma que los lectores volviesen cada día a nuestro medio y llegasen a convertirse en suscriptores”. Todos esos cambios e implementaciones hicieron que, en 2016, cuando Trump llegó al poder, y con él un aumento de la demanda, el periódico estuviese preparado.
La polémica relación de los editores con las plataformas.
En referencia a las plataformas digitales y los agregadores de noticias, Thompson ha declarado que “no hay que pensar que todo es negativo con ellas”. El diario The New York Times era un periódico de tirada local que en 2020 ha llegado a sumar 250 millones de lectores en todo el mundo y, muchos de ellos, gracias a Google o Facebook. “Tenemos que usar estas plataformas para hacer llegar el periodismo a todos los rincones y darnos visibilidad”, ha asegurado. “Si pensamos estratégicamente en crear una red más amplia de usuarios no podemos dejar de lado las posibilidades que nos ofrecen estas plataformas”, ha concluido. Llegando a acuerdos y sin dejar de lado los derechos de los que están provistos los medios, pero rigiéndose siempre por una norma de oro: no rechazar dinero para ayudar al futuro del periodismo”, ha confesado Thompson.
The New York Times tiene un documento escrito con los criterios a seguir para trabajar conjuntamente con estas plataformas, en el que se especifica también cuáles son los principios del medio que nunca se han de rebasar.