Medio centenar de periodistas asesinados. Ese es el balance que deja 2020. Una cifra más baja que la de años anteriores, pero no por ello menos preocupante. Según el Balance Anual de RSF (Reporteros Sin Fronteras), dos de cada tres periodistas asesinados murieron en países considerados “en paz” (68%). Alfonso Armada, presidente de RSF España ha destacado la preocupación que existe en torno a tres países en particular: México, India e Irán. De los 50 periodistas asesinados, 8 fueron ejecutados en México y 4 en India, ambos considerados países “en paz”.
Otro dato a destacar es que el 84% de los periodistas asesinados fueron señalados y eliminados de forma deliberada, frente al 63% de 2019. Algunos de estos crímenes han sido especialmente atroces. En México, el periodista del diario El Mundo Julio Valdivia Rodríguez, fue encontrado decapitado en el estado de Veracruz; su colega Víctor Fernando Álvarez Chávez, director del medio digital de información local Punto x Punto Noticias, fue cortado en pedazos en la ciudad de Acapulco.
En la India, al periodista Rakesh Singh “Nirbhik”, del diario Rashtriya Swaroop, lo quemaron vivo después de rociarlo con gel hidroalcohólico altamente inflamable, mientras que el periodista Isravel Moses, corresponsal de un canal de televisión en el estado de Tamil Nadu, fue asesinado a machetazos. En Irán, la situación preocupa especialmente porque es el Estado quien elimina a los periodistas disidentes. Rouhollah Zam, administrador del canal Amadnews de Telegram y condenado a muerte tras un juicio injusto, fue ejecutado en la horca.
En este país, y a pesar de que se sigue ajusticiando a sentenciados a muerte, hacía 30 años que no se sometía a un periodista al arcaico y bárbaro castigo de la pena capital. Como en años anteriores, las coberturas más peligrosas siguen siendo las investigaciones sobre casos de corrupción local y malversación de fondos públicos (10 muertos en 2020), o sobre la mafia y el crimen organizado (4 muertos). Precisamente, llama la atención que 49 de los 50 periodistas asesinados trabajaban en un entorno local. Además, siete periodistas fueron asesinados mientras cubrían protestas locales.
China, un país cada vez más peligroso para la prensa
Actualmente hay siete personas detenidas en China por revelar información relacionada con la pandemia. En este caso, publicar este tipo de noticias se considera un atentado contra la integridad del Estado en el país asiático. Además, a mediados de marzo, el gobierno de Xi Jinping decidió expulsar a varios periodistas estadounidenses del país. Según China, esta medida se aplicaba en reciprocidad a las “injustificadas restricciones” a la prensa china por parte de Estados Unidos.
Según explica Edith Rodríguez, vicepresidenta de RSF, los denominados periodistas ciudadanos que trataron de informar durante la irrupción de la pandemia en Wuhan fueron puestos en cuarentena. Lo más llamativo es que dichas cuarentenas, aplicadas supuestamente porque habían estado en contacto con el virus, se han extendido durante varios meses. Tan solo uno de ellos ha sido liberado. Los demás están en paradero desconocido.
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