La pandemia por COVID-19 ha impactado con fuerza en muchos sectores pero, sobre todo, en el sector salud. Como consecuencia de esta nueva situación, el sistema farmacéutico está demostrando más que nunca su papel clave en la primera línea de la atención sanitaria, además de una constante transformación.
Según datos del Consejo General de Colegios de Farmacéuticos (CGCOF) y la Federación de Distribuidores Farmacéuticos (Fedifar), más de 30 millones de españoles acudieron a una farmacia el primer mes de confinamiento y 5,5 millones lo hicieron en relación con la COVID-19. De todos ellos, el 91,3% reconoce lo esencial que ha sido este servicio, así como la profesionalidad de los farmacéuticos.
El papel de la tecnología está siendo esencial, conectando a la Sanidad y a las personas en momentos críticos y apoyándose en las más de 22.000 farmacias de España. Con ello, también se ha evidenciado la necesidad de impulsar una digitalización global del sector. Según Top Farma, el nivel de digitalización de estos negocios es bajo y, según sus datos, solo un 23% de las farmacias españolas están digitalizadas parcialmente.
Claves que definirán la transformación del sistema farmacéutico durante 2021
● Mejora de la presencia en Internet y buscadores. La pandemia ha consolidado esta tendencia, modificando incluso la forma de comprar en farmacias. Por eso, para las farmacias es prioritario contar con una web bien diseñada y útil, que permita acceder a los productos y servicios disponibles, los horarios, la ubicación, el teléfono, el correo electrónico o las medidas especiales de seguridad.
● Auge del e-commerce. Según Salesforce, las ventas online en España han alcanzado un récord histórico durante la crisis sanitaria con un crecimiento del 67% interanual. Este auge del comercio electrónico ofrece una importante oportunidad para el sector farmacéutico, ya que muchos consumidores siguen evitando desplazarse para hacer sus compras.
● Modernización del software y uso del Advanced Analytics. Esta transformación no solo ayudará a mejorar la productividad, sino que optimizará gestiones como las recetas electrónicas o el trato con proveedores. Además, las farmacias deberán impulsar el Big Data para aprovechar toda esta información en el desarrollo de servicios y campañas personalizadas, controlar el stock o mejorar la colaboración.
● La renovación del espacio físico. La organización del espacio físico en la farmacia cobra cada vez más importancia. Si antes de la pandemia ya era importante garantizar al cliente un servicio eficiente y correcta visualización de los productos, ahora más será necesario garantizar una buena experiencia de compra, un servicio integrado, flujos de circulación pensados para garantizar seguridad sanitaria y elementos diferenciadores.
● Integración con toda la red sanitaria. Las farmacias desarrollan un papel esencial en el acercamiento de la salud al ciudadano junto con los demás servicios y profesionales sanitarios. No obstante, su eficiencia dependerá de la capacidad de integración de los sistemas entre los diferentes agentes generando así flujos de información ágiles y seguros.
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