Itziar Miranda (Zaragoza, 1978) está viviendo uno de los momentos más emocionantes de su carrera. Cuando comenzó a interpretar a Manolita en Amar es para siempre no se imaginaba que la trama pudiera dar un vuelco tan grande. La muerte de Marisol y la posterior investigación llevada a cabo por la propia Manolita están haciendo de la novena temporada una de las más emocionantes de la serie.
En diciembre ‘Amar es para siempre’ alcanzó 2.000 capítulos ¿Qué supone para ti llegar a una cifra tan alta con la que supongo que es la serie de tu vida?
Es un privilegio, un regalo de la vida. Quién me iba a decir que la única vez en mi vida que no hago un casting porque era un personaje pequeñito, que iba a durar pocos capítulos…pues luego iba a estar tantos años y me iba a traer tantas alegrías. Creo que Manolita es un ‘regalazo’.
Antes de hacer de Manolita me preguntaban qué personaje me hubiera gustado hacer. Ahora sin dudarlo diría Manolita si no me lo hubieran ofrecido. Le ha pasado y le pasa de todo. Es un personaje que no se encasilla porque se transforma constantemente. Es una mujer que ha sido pionera y que ha trabajado en mil sitios.
La vida de Manolita está a punto de dar un vuelco porque va a ingresar en prisión. ¿Es uno de los peores momentos por el que ha pasado hasta ahora?
Sin duda. El peor es la muerte de Marisol, pero este también es un momento terrible. Lo único que quiere Manolita es hacer justicia. Ella no se cree la causa de la muerte de su hija y empieza a luchar por saber la verdad. Manolita cree que sabiendo la verdad va a descansar, hasta que ella no haga justicia no podrá transformar ese dolor en una forma de vivir, aunque sea muy diferente a la que tuvo antes.
El dolor que tiene una madre ante eso, enfrentarte cara a cara con el asesino de tu hija, tiene muy mal final. Pero a la vez es muy interesante y muy emocionante. Vamos a ver a una Manolita a la que no estamos acostumbrados a ver, en un entorno muy hostil, lejos de un entorno agradable como es la Plaza de los Frutos.
Manu Baqueiro comentó que estaba siendo una de las temporadas más emotivas ¿Estás de acuerdo?
Sí, ha sido muy emotiva. Emocionalmente es muy compleja. Es un regalo de temporada. Nuestros guionistas son una barbaridad. Son artistas, artesanos de la palabra. Esta temporada están sublimes y nos la han regalado a nosotros como protagonistas (Manolita y Marcelino).
La muerte de Marisol ha sido un antes y un después en la serie. ¿Cómo lo has vivido a nivel interpretativo?
Nunca había llegado a casa tan cansada, es increíble. Mira que llevamos años haciendo la serie, pero llego agotada. Una como actriz quiere estar a la altura de lo que han escrito los guionistas. Entonces he llegado exhausta, pero para mí ha sido un aprendizaje brutal. Salir de mi zona de confort, de esa Manolita que tiene diferentes tramas, pero que siempre partía del mismo lugar.
Ahora interpreto a una Manolita que tiene unas aristas y unos recovecos que yo no conocía. Está claro que todos tenemos virtudes y miserias, pero hay algo que prevalece en nosotros. En Manolita prevalecía su lealtad y ser así de testaruda, y de repente pasa esto y lo que prevalece es el dolor y la rabia. Ese dolor la lleva a hacer cosas inimaginables y que ella no hubiera defendido nunca.
Manolita se va a encontrar cara a cara con el asesino de su hija, ¿no?
Parece que Carlos es el asesino, es lo que Manolita piensa. Pero lo que pase de aquí a un mes no lo sé porque los guionistas no dejan de sorprendernos. Manolita quiere encontrarse con él, sabe que no debería, pero por otro lado está buscándole constantemente. Quiere sacarle la verdad, que este chico diga “sí, yo maté a tu hija”.
Manolita siente que estará en paz si mete al asesino de su hija en la cárcel. Al final es ella la que acaba en la cárcel. ¿Qué pasa desde que se encuentra con Carlos hasta que ella entra en la cárcel? Pues no lo sabe ni ella misma porque pierde la memoria. No recuerda lo que ha pasado. La serie se ha convertido en un thriller. Además pasa de verdad, cuando alguien vive algo muy duro puede tener esa pérdida de memoria como mecanismo de protección. Esta temporada de ‘Amar es para siempre’ es digna de estar en los Goya y los Óscar (ríe).
Echando la vista atrás, ¿con qué te quedas de todos estos años en ‘Amar es para siempre’?
Me quedo con Manolita. Pero sobre todo con el equipo técnico porque nos acompañan, nos ayudan y nos dan la fuerza para estar ahí. Esa familia después de tantos años…me quedo con eso, y con este regalo de personaje que es Manolita. Seguramente no me voy a ver en otra como esta porque es un personaje precioso. Además un personaje tan largo, que vive tantas cosas…eso ya es muy difícil.
¿Te ves llegando a los 3.000 capítulos en la serie?
Ojalá. A mi me encantaría. Me encantaría verme en la Plaza de los Frutos con un bastoncito porque tengo 70 años. Me parecería un sueño, además que no siento que el personaje esté encasillado ni me aburro de hacerlo. Es una maravilla, una delicia.
¿Cómo estás viviendo el éxito tan grande que está teniendo ‘Luimelia’ en Atresplayer Premium?
Con mucha felicidad. Primero por todo lo que está pasando, ya no solo el hecho del éxito de la serie, sino sus consecuencias. Hay anécdotas preciosas de chicas que han decidido contarle a sus madres que son lesbianas porque si Manolita lo entiende, cómo no lo va a entender su madre que está todo el día viendo la serie. Qué mejor momento que éste, ¿no? El éxito viene de ahí, a parte de que Carol (Rovira) y Paula (Usero) son dos grandes actrices, dos animales de escena. Creo que nos van a dar muchas sorpresas. A mi me haría mucha ilusión que Paula estuviera este año nominada a los Goya por la película de Icíar Bollaín.
Seguiremos Informando…