No establecer reglas estrictas, promover el razonamiento múltiple, apostar por una enseñanza por objetivos y emplear iniciativas que impulsen los pensamientos aleatorios, son las claves para desarrollar la creatividad en el sector educativo
La creatividad es actualmente una de las habilidades blandas más demandadas en el mercado laboral. Cada día se buscan más profesionales que aporten soluciones creativas y eficientes a las empresas. Sin embargo, a pesar de que esta es una cualidad inherente al ser humano, debemos esforzarnos por desarrollarla y, por tanto, parece evidente que debe empezar a cobrar más relevancia dentro de los modelos educativos de hoy en día.
Por ello, Arturo Juárez, experto en educación creativa e instructor de Udemy, la plataforma de formación online más grande del mundo, revela 4 estrategias para sacar el lado más creativo de los estudiantes con motivo del Día Internacional de la Educación.
1. No establecer reglas estrictas. Las reglas restringen, por lo que, en su lugar, es mejor emplear estrategias que promuevan la creatividad y desarrollen la inteligencia. Para dejarlas fluir, no se puede partir de directrices y, en ocasiones, los profesores se ciñen a técnicas que aplican con extremado rigor.
2. Promover el razonamiento múltiple. No debemos limitarnos a unos cuantos razonamientos, debemos conocer e impulsar los diferentes tipos: inductivo, deductivo, abductivo, disruptivo, crítico, etc. Cuantos más ángulos de visión forjemos en el alumno, más creativo y resolutivo será.
3. Apostar por una enseñanza por objetivos. Los exámenes de evaluación de objetivos forman parte del propio aprendizaje y, en este caso, un examen será más útil y beneficioso, en la medida en que coloque al alumno en posición de auto-análisis. Con ello, ampliaremos su criterio analítico.
4. Emplear iniciativas que impulsen los pensamientos aleatorios. Para ello una buena técnica consiste en ofrecer al alumno tres palabras o frases cortas aleatoriamente. Se diseñan tres tablas según el tema del que se trate, con 25 variantes cada una; al distribuirlas aleatoriamente, se obtienen más de 15.000 combinaciones. A partir de ellas, deberá formar pensamientos integrales coherentes, encontrar interrelaciones por inferencias lógicas o matemáticas y producir ideas nunca imaginadas sin importar el grado de locura.
“Las habilidades prácticas y del pensamiento deben ser desarrolladas, no nacemos con ellas. Por ello, los que formamos parte del sector educativo debemos apostar por impulsar estas grandes vertientes de la educación, que más que una posibilidad son una necesidad”, afirma Juárez. “Los resultados vendrán de inmediato. Y es que, toda idea, por sencilla que parezca, puede ser el inicio de una genialidad”.
