Matías Prats, hizo un repaso en Antena 3 de los errores del portavoz del Gobierno ante el Covid 19, mientras Vicente Vallés volvía a cargar contra él, a raíz del cambio de postura sobre la variante británica del coronavirus. Las últimas declaraciones de Simón han inflamado las crónicas y críticas de prácticamente todos los líderes de opinión. Ana Rosa Quintana ha decidido directamente ignorarle. “Sus opiniones me dan absolutamente igual. Ya no le hacemos caso”, dice la periodista.
La penúltima rueda de prensa de Fernando Simón ha provocado la mayor corriente de críticas hacia su persona desde el comienzo de la pandemia. El director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, achicharrado ante la opinión pública, fue una vez más, el centro de las iras tras sus últimas declaraciones sobre la evolución del Covid. Pero, en esta ocasión, la carga ha sido prácticamente unánime entre tertulianos, colaboradores, opinadores y líderes de programas.
El colaborador de La Sexta Noche, César Carballo, ha sido el último que se ha posicionado abiertamente contra él. Tras recordar algunos de sus innumerables pronósticos fallidos, pidió su dimisión. “No iba a haber infección: tres casos; las mascarillas no hacían falta; estamos al límite de la tercera ola; la variante británica va a ser marginal, y ya está aquí (…). Estamos viendo cargas virales altísimas con la cepa británica y el sentido común nos decía que debía ser más virulenta, porque los pacientes con más carga viral son los que suelen ir a peor”, señaló. “¿Cómo dice usted que no hay variante británica si no tiene datos para decirlo?”, se preguntó Carballo. “Este señor no está protegiendo al país. Es un problema serio”, advirtió.
Las comparecencias de Simón no han estado exentas de controversia desde el comienzo de la pandemia, cuando aseguró que España contaría “como mucho, con algún caso diagnosticado”, mientras en países de nuestro entorno ya se estaban tomando medidas.
Desde entonces, se ha cuestionado su papel en multitud de ocasiones, mientras el presidente del Gobierno le mantenía en el puesto.
Las peticiones de dimisión se han multiplicado, no sólo entre el sector médico, también por parte de los ciudadanos, que la han solicitado a través de plataformas en internet. Sánchez, lejos de cesarlo, ha reforzado su imagen como portavoz, provocando la suplantación del “experto” por el personaje. Es decir, la autoridad científica ha mutado en celebrity.
Matías Prats resumía en Antena 3 Noticias los pronósticos del portavoz. “La gestión de la pandemia ha estado rodeada de polémica, y el director del Centro de Emergencias ha sido quien ha puesto rostro a muchas de las decisiones”, afirmaba mientras la cadena dedicaba parte del informativo a mostrar las imágenes de algunas de sus afirmaciones más criticadas. También Vicente Vallés, en la misma cadena, volvía a cargar contra Simón tras su última intervención, en la que cambió de opinión respecto a la variante británica del Covid-19. En diez días, pasó de decir que tendría un impacto “marginal” en España a asegurar que sería la cepa “dominante”.
Pero no se han quedado ahí las críticas a sus últimas declaraciones. Uno de los más duros ha sido Carlos Herrera que, desde su programa en la Cope, le pidió que se callase de una vez. “¿Por qué no te callas?”, le espetó en antena, tras su cambio de criterio sobre la incidencia de variante británica.
Por su parte, Ana Rosa Quintana ha decidido ignorar las declaraciones del portavoz y, en su espacio en Telecinco, sorprendió incluso a sus colaboradores al afirmar que “Ya no le hacemos caso. Sus opiniones me dan absolutamente igual”.
Contagiado de exceso de protagonismo, Simón se ha creído una estrella del prime time. Y a Sánchez no le interesa confinarlo. Mientras más se queme y más críticas reciba, más se desvía la atención de su gestión.
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