Maestros de la costura regresa a Televisión Española. Esta noche (22:10 horas) arranca la cuarta edición del talent presentado por Raquel Sánchez Silva. Una vez más, los jueces vestirán sus mejores galas para convertir el plató del programa en un taller de costura. Para Lorenzo Caprile (Madrid, 1967) esta edición ha sido muy especial. Cree que Maestros de la costura le ha salvado la vida. “Ser juez del programa es un regalo y un privilegio. No tengo esto y me tiro por el viaducto directamente”, asegura. Hablamos con el diseñador sobre la cuarta edición del espacio de TVE.
En la rueda de prensa de presentación comentaste que esta cuarta edición va a ser “trepidante”. Me gustaría saber por qué. ¿Qué tiene de especial esta temporada?
El curro que se ha dado producción con las pruebas ha sido impresionante. Pero sobre todo por las pruebas en exteriores. En esta edición ha primado más recordar tradiciones muy nuestras, la espectacularidad del sitio o algo muy concreto como Lagartera de Toledo. Creo que son experiencias, tanto para el espectador como para nosotros, muy bonitas visualmente.
Todo esto unido a que el nivel de este año de los aprendices es muy alto. Técnicamente creo que hay una preparación y un nivel muy bueno. Además, es la cuarta temporada y sabemos a lo que vienen. Ellos también nos conocen a nosotros tres: nuestros puntos flacos y nuestros talones de Aquiles. Ha habido un pulso muy estimulante, muy divertido y que creo que va enganchar mucho.
También se ha insistido en que hay una gran variedad de perfiles entre los concursantes. ¿Qué es lo que más te ha sorprendido de ellos?
Sí, el equipo de casting de Shine Iberia es maravilloso. Pero tengo que insistir en que el nivel técnico en general es muy alto. Hubo pruebas donde en los veredictos los concursantes nos pusieron en muchos apuros. Tuvimos que tomar decisiones nada fáciles. Y luego hay gente muy en el límite. Eso está muy bien porque estamos hablando de televisión.
¿Tenéis más protagonismo los jueces que en otras temporadas?
No, pero nosotros tres nos sentimos muchísimo más rodados. Raquel Sánchez Silva no ha tenido la sensación de ser ella la que tiraba del programa como sucedía en las primeras ediciones. Antes éramos tres pardillos puestos por el ayuntamiento y nos llegaban hostias por todas partes. En estas ya somos muchísimo más autónomos.
Ella ha podido disfrutar más y no ser un poco como la Señorita Rottenmeier de tres descerebrados que estaban ahí en el plató. Pero el protagonismo que tenemos los jueces es el mismo de todas las temporadas. En ese sentido tenemos el mismo espacio de siempre. Y Raquel se ha sentido menos responsable de nosotros y del programa, se ha sentido más libre para ser ella misma y de divertirse.
En el fondo es de lo que se trata. Julia Otero es mi maestra dentro del mundo de la comunicación y ella me dio la regla de oro de esta industria. Para que el público se emocione y capte algo, nosotros nos lo tenemos que pasar fenomenal. Si nosotros no nos lo pasamos bien, el público no se lo va a pasar bien.
Hablando de Raquel. En esta edición la vamos a ver cosiendo por primera vez ¿Cómo la has visto? ¿Hay un talento oculto en ella?
Bueno, eso lo tendréis que juzgar vosotros. Se defendió francamente bien. Raquel es muy profesional en todo y cualquier reto que se le ponga por delante se lo toma muy en serio.
En un momento del programa aparecerá como invitada Sandy Powell ¿Qué supone para ti su presencia en ‘Maestros de la costura’?
Imagínate. Sandy Powell para mí es amiga, musa, maestra y referente. El hecho de que aceptara nuestra humildísima invitación, y que además viniese a Madrid, se partiera de la risa, disfrutara y aprendiera…Luego volvió a Londres y no paraba de llamarme para preguntarme si había visto ya el capítulo y cómo había quedado. Realmente se enganchó al programa.
Entonces, dada la relación tan personal y tan bonita que tengo la suerte de tener con ella, pues el hecho de tenerla aquí fue un regalo. Un regalo más de los que me ha hecho ‘Maestros de la costura’ en este año tan espantoso. No tengo este programa y me tiro por el viaducto directamente.
¿Cómo ha sido grabar el programa en mitad de una pandemia?
Nos han hecho pruebas cada dos por tres y de todo tipo. Nos tenían más que controlados. En ese sentido no me he sentido ni desprotegido ni inseguro. Para todos nosotros, participar en un programa como este es un regalo y un privilegio. Esa es una de las lecciones que me llevo de esta maldita pandemia: disfrutar a cada momento de lo que la vida te va regalando y no planificar tanto. En el fondo, en unas horas puede cambiar absolutamente todo. Ese ha sido el espíritu de todo el equipo y creo que esa energía invisible se ve y ha logrado una temporada que va a ser muy especial. Me sorprendería que esta edición no tuviera el mismo éxito o más que la anterior.
TVE no cierra la puerta a una edición con famosos ¿Te gustaría ser parte del jurado en caso de que saliera adelante?
Yo no lo creo. Son programas muy complicados de hacer. Por todo, por la cantidad de personas que están involucradas en el equipo, la preparación de las pruebas o el nivel de los invitados. A los hechos me remito con Sandy Powell. El año pasado tuvimos a Carolina Herrera…es decir, todos los años intentamos tener a dos o tres primerísimas espadas del ámbito internacional.
Toda esa energía y todo ese tiempo creo que está muy bien que se empleé en personas a las que realmente les puede cambiar la vida un programa de televisión. Al final para un famoso puede ser una actividad más o menos lúdica, pero en ningún momento va a dejar de ser cantante o actor para dedicarse a la costura. Dicho esto, las vías del señor son infinitas y qué sabemos lo que va a pasar. Yo creo que de momento las cosas se van a quedar así.
Seguiremos Informando…
