MEDSIR inicia el ensayo clínico PHERGain II. Su objetivo es demostrar que, en pacientes con cáncer de mama temprano HER2 positivo con buen pronóstico, un enfoque terapéutico sin quimioterapia puede ser tan eficaz como el estándar de atención actual, que implica el uso de este tratamiento generalmente más tóxico.
El propósito de PHERGain II se alinea con una de las grandes prioridades en investigación oncológica, según el criterio de asociaciones de referencia como la American Society of Clinical Oncology (ASCO): que la investigación clínica en oncología priorice la reducción de la toxicidad asociada al tratamiento del cáncer.
Antonio Llombart, jefe del Servicio de Oncología Médica del Hospital Arnau de Vilanova (Valencia) e investigador principal del estudio, afirma que “dados los efectos secundarios y el impacto de la quimioterapia en la calidad de vida de los pacientes con cáncer de mama temprano, conviene dar con una nueva estrategia terapéutica que permita prescindir de la quimioterapia sistémica tradicional en aquellos pacientes que pueden lograr una respuesta similar con un tratamiento menos tóxico”.
El cáncer de mama HER-2+ es un tipo de cáncer con alta presencia del receptor 2 de factor de crecimiento epidémico humano (HER-2), una proteína que promueve el crecimiento de las células cancerosas. Cuando estos tumores se detectan temprano, se extraen mediante cirugía y se tratan con terapias dirigidas a bloquear HER-2. No obstante, incluso en los pacientes con buen pronóstico, la combinación con la quimioterapia sigue formando parte del tratamiento estándar para prevenir la reaparición del tumor después de la cirugía.
Eliminar la quimioterapia sin afectar al beneficio clínico del tratamiento
Para este tipo de pacientes, existe un gran interés en explorar una combinación o secuencia optimizada con fármacos dirigidos a HER2, que elimine la necesidad de quimioterapia sin afectar al beneficio clínico del tratamiento. Esto podría tener un impacto positivo en su calidad de vida.
En el ensayo PHERGain-II, se administrará a los pacientes un tratamiento preoperatorio con trastuzumab y pertuzumab, fármacos dirigidos a bloquear HER-2, sin quimioterapia. Los tumores serán escaneados mediante resonancia magnética antes y después del tratamiento, para poder determinar si es posible predecir el nivel de respuesta patológica alcanzado tras el tratamiento mediante la obtención no invasiva de imágenes del tumor.
Tras la cirugía, en función de la respuesta a la terapia con trastuzumab y pertuzumab, se continuará el tratamiento con la misma combinación de fármacos o bien con T-DM1 (otro fármaco bloqueante de HER-2). Se reservará el uso de quimioterapia únicamente a aquellos pacientes que peor hayan respondido al tratamiento preoperatorio y que, por tanto, cuenten con peor pronóstico.
Según el doctor Llombart, “aunque este nuevo abordaje terapéutico no permitirá que todos los pacientes prescindan de la quimioterapia, sí nos abre las puertas a diseñar nuevas formas de reducir la toxicidad de las terapias antitumorales en función de la respuesta del tumor al tratamiento preoperatorio”.
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