La radio vive un excelente momento de forma; entre otros motivos por su capacidad para adaptarse y obtener mejor partido de la innovación, convirtiendo en elemento de fuerza desarrollos que a priori podrían ser percibidos como una amenaza, como se ha demostrado con los smartphones o los altavoces inteligentes o los asistentes de voz, que han permitido una mayor distribución de contenidos y más cercanía con los oyentes.
Por otro lado, la radio es el medio por excelencia de la credibilidad informativa, tal y como cada año el Eurobarómetro, quien otorga a la radiodifusión mejor nota que al resto de medios. No es extraño, por tanto, que durante toda la pandemia sea el medio de comunicación por excelencia en el que contrastar la infinidad de informaciones inexactas o, directamente, falsas que circulan, singularmente, en las redes sociales.
Es especialmente relevante el papel que ha tenido la radio durante el periodo de confinamiento domiciliario, convirtiéndose en el altavoz de los oyentes; escuchando a unos ciudadanos que han vivido angustiados y que necesitaban hablar. La radio se ha confirmado -como ya lo hizo en otras ocasiones- como el medio más pegados a su audiencia. La radio de los oyentes.
Más oyentes que hace 20 años
A pesar de lo que aparentemente pueda parecer, lo cierto es que la radio tiene ahora más oyentes y más penetración que hace 20 años, según se desprende de los datos del Estudio General de Medios, elaborado por AIMC.
Así, en 2020, un total de 23,6 millones de personas escuchaban la radio cada día (una penetración del 58,3%) frente a los 19.5 millones que lo hacían en el año 2000 (56,3% de penetración).
Por tipos de radio, la radio generalista ha pasado de 11, 4 millones de oyentes en 2000 a algo más de 12 millones en 2020; mientras que la radio musical ha experimentado un crecimiento desde los 8,4 a los casi 13 millones de oyentes diarios.
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