La pandemia por coronavirus ha consolidado a la farmacia comunitaria como el establecimiento sanitario de atención primaria más próximo al ciudadano. Partiendo de esta premisa, el presidente de Cofares, Eduardo Pastor, y el presidente de la Sociedad Española de Farmacia Clínica, Familiar y Comunitaria (SEFAC), Vicente J. Baixauli, han mantenido una reunión en la que han acordado desarrollar una estrategia común.
El proyecto, que verá la luz próximamente, tiene como objetivo que la farmacia comunitaria desarrolle más su vertiente clínica y responda con garantías a las nuevas necesidades de los pacientes y la población en la etapa post COVID-19.
La irrupción de las nuevas tecnologías y la necesidad de dar respuestas inmediatas y certeras al paciente para ayudarle en el control y seguimiento de su salud han motivado esta alianza. El proyecto se plasmará en un trabajo conjunto para guiar a las farmacias a afianzarse como agentes activos de salud en la era digital.
Durante el encuentro, ambos presidentes han compartido su visión sobre el impacto de la pandemia en la sociedad. En este sentido, Pastor ha destacado “el compromiso irrenunciable de proteger el acceso a los medicamentos, en todas las zonas geográficas y en condiciones de igualdad. La universalidad en el acceso a los productos de salud constituye la espina dorsal de nuestro modelo farmacéutico”.
Esta universalidad debe tener su reflejo en el ámbito profesional, en palabras de Baixauli, “propiciando una farmacia abierta, social, que contribuye a resolver problemas y aportar soluciones que van desde la atención domiciliaria, pasando por la realización de pruebas y test clínicos y hasta la orientación o derivación a otros profesionales ante síntomas menores del paciente”.
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