Las “rajadas” de Eduardo García Serrano siempre fueron llamativas. Tanto, que en 2010 le pusieron en la situación de tener que pedir perdón a la entonces consejera de Sanidad catalana, Marina Geli, después de tildarla, finamente, de “guarra”, “puerca” y “zorra” en ‘El gato al Agua’ de Intereconomía y ante la cara de bochorno de Antonio Jiménez. Y, como no pudo ser de otro modo en alguien tan mayestático, las disculpas fueron casi tan lamentables como la “rajada”. “Aquello dio hasta vergüenza ajena por la forma de arrastrarse”, señala un ex trabajador del grupo arizense. Aunque las disculpas no sirvieron, y la broma le costó cara al Grupo, con sentencia judicial por medio.
Lo de los insultos ya venía de serie en el personaje, acostumbrado a ello en Radio Inter. Hoy, fustigador de Vox y más “camarada” que nadie, no faltan quienes estos días han recordado cómo dejó tirados a los miembros de la tertulia ‘Punto de Vista’, tras la compra de dicha emisora por Ariza, provocando un email incendiario del coordinador de la misma en el que le ponía de vuelta y media.
Entre los antiguos empleados de Intereconomía circulan anécdotas jugosas sobre la llegada de García Serrano al Grupo. Así, apuntan que la admiración de Ariza por su padre, el escritor falangista Rafael García Serrano, le hizo “adoptar” al hijo. “Entonces se contó que Ariza le pidió que, si quería salir en la tele, se afeitase el bigote. Y parece ser que, poco después, apareció lampiño”, relatan.
No es la única. Otros hacen memoria como el momento en que, tras haber puesto durante años a un ex contertulio suyo en la Inter, se dio de cara con él en el edificio de Intereconomía del Paseo de La Castellana: “Todavía tuvo la osadía de darle un abrazo y decirle: ‘cuánto tiempo sin verle’. Por aquel entonces el ex contertulio tenía mucha entrada en el Grupo”.
Menos benevolente es el juicio que expresan algunos sobre su efímera dirección de ‘La Gaceta’ (menos de un mes), como sustituto de Carlos Dávila y que le llevó a dimitir por “razones de salud”. La realidad, aseguran otros mucho más directos, es que “se vio sobrepasado, se ‘riló’, y tuvo que entrar José Javier Esparza a sustituirle”.
El “caballero” que se despachó contra Isabel Díaz Ayuso y contra Vox, en otro tiempo fascinado por Mario Conde, volvió a dar toda una lección de estilo. Y, según parece, a apenas unos metros del despacho de José Antonio.
Curiosidades de la vida, la nueva “rajada” de García Serrano sirvió como ariete contra Ayuso a los ‘errejonitas’ de Más País. Entre otros, a un ex IU como Hugo Martínez Abarca, en otro tiempo “azote” del propio García Serrano. [http://www.martinezabarca.net/2010/06/10/eduardo-garcia-serrano-y-aquel-fascismo-exotico/].
Esto es como lo del pato patagónico, una pisada, una cagada.
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