España supera los cuatro millones de parados, pero la maquinaria de comunicación del Gobierno ha decidido que tampoco es para tanto; que febrero es así. A juzgar por la nota de prensa difundida por el Ejecutivo, y, como cosa menor. Y ello, pese a que el mes pasado se registraron 1.212.284 contratos, casi un 24 por ciento menos que hace un año. Un 89 por ciento fueron temporales. El número de desempleados subió en febrero en 44.436 personas. Al cierre del mes, casi 900.000 trabajadores estaban en expedientes de regulación de empleo ERTE, que se sumarán a estas cifras, ya que las empresas están sin soporte vital.
Que el Gobierno pretenda ocultar la debacle social no es nuevo. La pirotecnia marquetiniana de Sánchez nos tiene acostumbrados a su mundo idílico: nada de imágenes de muertes por la pandemia, curaciones en las televisiones y revitalización del comercio cuando él lideraba la primera ola de la pandemia. Todo un esfuerzo por conseguir que no pase nada en medio de la hecatombe.
Cuando acabamos de conocer el apagón con el informe del Consejo de Estado, a cuenta del reparto de fondos europeos, el Gobierno se despacha con una nota de prensa, que minimiza los malísimos datos del empleo.
Del Aló presidente a la web. Al final, hasta se va a echar de menos el plasma.
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