Los nuevos edificios inmologísticos y el comercio electrónico reducen la huella de carbono del comercio minorista. Así lo asevera un informe del MIT Real Estate Innovation Lab y Prologis, que revela beneficios medioambientales tangibles en la compra online. El e-commerce ha alcanzado cifras récord durante las pasadas navidades, principalmente por las restricciones a la movilidad.
Además del impacto positivo inmediato en las emisiones, la perspectiva de un aumento del 80% en la entrega de paquetes durante la próxima década, junto con una planificación más eficaz, innovaciones en los embalajes, edificios inteligentes, electrificación de vehículos e inteligencia artificial (IA), pueden incrementar aún más la sostenibilidad de las operaciones.
“La tasa de crecimiento anual del comercio electrónico en toda Europa será similar al crecimiento registrado en EEUU. En Europa, las compras en tiendas físicas tienen un impacto ligeramente menor en las emisiones, debido a la mayor densidad de las redes de puntos de venta y de transporte público. Con todo, se seguirán produciendo efectos positivos en las emisiones derivados de las innovaciones en el comercio electrónico”, asegura Dirk Sosef, vicepresidente de Investigación y Estrategia de Prologis Research.
Según datos de Eurostat, en Europa se ha producido un aumento del 34% en las ventas anuales en plataformas de e-commerce en el período prenavideño de noviembre de 2019 a noviembre de 2020, con algunas variaciones entre países. En el caso concreto de España, esta cifra sube considerablemente hasta alcanzar un aumento del 52%, superior a Alemania, Francia, Italia y Países Bajos.