La capacidad que tienen los anticuerpos para protegernos de las nuevas variantes del SARS-CoV-2 todavía es una incógnita. El Instituto de Investigación del Sida IrsiCaixa, centro impulsado conjuntamente por la Fundación “la Caixa” y el Departamento de Salud de la Generalidad de Cataluña, ha demostrado que las personas que han pasado la infección y las que han recibido dos dosis de la vacuna de Pfizer/BioNTech tienen anticuerpos capaces de bloquear la variante del SARS-CoV-2 descrita en Inglaterra.
Los resultados también apuntan a que los anticuerpos se perfeccionan con el tiempo dentro del cuerpo. Ya que las personas que pasaron la infección durante la primera ola y que, por tanto, se infectaron con la variante original del virus, tienen más capacidad de bloquear la variante descrita en Inglaterra seis meses después de la infección respecto al inicio.
Eficacia de los anticuerpos ante las diferentes variantes
IrsiCaixa está estudiando la eficacia de los anticuerpos contra las diferentes variantes que existen hasta el momento para poder entender la evolución de la inmunidad contra el SARS-CoV-2. Cada vez que se multiplica, el SARS-CoV-2 crea una copia idéntica de su genoma. Durante este proceso, el virus puede cometer errores e introduce mutaciones al azar en su propio material genético, dando lugar a nuevas variantes.
Las mutaciones pueden estar en diferentes zonas del genoma y afectar a múltiples partes del virus, entre ellas la proteína de la espícula, situada en la membrana del virus y reconocida por los anticuerpos. Cuando esta proteína sufre modificaciones puede que los anticuerpos no se puedan unir, lo que compromete al sistema inmunitario a la hora de detener la infección. Julià Blanco, investigadora principal en IrsiCaixa y el Instituto de Investigación Germans Trias i Pujol (IGTP), explica que “en este momento de la pandemia hay que entender si los anticuerpos que tenemos nos pueden proteger ante las nuevas variantes y cuánto tiempo dura esta protección”.
Protección ante la variante británica
Durante el estudio se ha evaluado la capacidad protectora de los anticuerpos de 53 personas que habían pasado la infección, y de 32 personas que habían recibido las dos dosis de la vacuna de Pfizer/BioNTech.
Los resultados demuestran que las personas infectadas bloquean muy bien y de manera muy similar tanto la variante original como la descrita en Inglaterra. No obstante, han visto que las personas que se habían infectado durante la primera ola y habían generado anticuerpos contra la variante original tienen una mejor respuesta contra la variante británica a los seis meses de la infección, en comparación al inicio.
Los resultados apuntan a que los anticuerpos producidos por el propio cuerpo contra el virus original se refinan con el tiempo y mejoran su capacidad de bloquear las nuevas variantes. Benjamin Trinité, investigador postdoctoral en IrsiCaixa, explica que “la infección natural, en comparación con la vacuna, genera una inmunidad de mejor calidad contra el SARS-CoV-2 porque expone de manera prolongada en el tiempo las diferentes proteínas del virus al sistema inmunitario y, además, puede ser que queden partes del virus dentro del cuerpo que, con el tiempo, van refinando los anticuerpos”.
En cuanto a las personas que han recibido dos dosis de la vacuna y no habían pasado la infección anteriormente, sus anticuerpos son dos veces menos eficientes bloqueando la variante británica respecto a la original. Sin embargo, en todos los casos los niveles de anticuerpos son suficientemente elevados como para impedir la infección por ambas variantes.
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