Con el objetivo de que los pacientes tengan información médica veraz y comprensible sobre la enfermedad celiaca, la Fundación Jiménez Díaz ha celebrado el 5º Encuentro con Pacientes Celiacos, organizado junto a la Asociación de Celiacos de Madrid. Un reto que, para el Dr. Sergio Farrais, médico adjunto del Servicio de Aparato Digestivo del hospital, es muy importante, ya que “los pacientes pasan años con síntomas antes tener un diagnóstico y hasta un 36 por ciento de los celiacos adultos son diagnosticados previamente con un trastorno funcional digestivo como el de síndrome de intestino irritable”.
Tal y como indica el también responsable de la Unidad de Enfermedad Celiaca de la Fundación Jiménez Díaz, el concepto de esta patología ha cambiado radicalmente en las últimas décadas. “Aunque hace años pensábamos que era una enfermedad poco prevalente y solo tenía síntomas intestinales, hoy en día se sabe que es una enfermedad relativamente frecuente -afecta al uno por ciento de la población mundial-, que puede aparecer a cualquier edad y tener muchas manifestaciones”, subraya.
La celiaquía no es una alergia, ni una intolerancia. Se trata de una enfermedad crónica, sistémica (puede afectar a todos los órganos y aparatos) y autoinmune que está producida por la ingesta de gluten en individuos con una determinada genética, y que puede tener diferentes formas de presentación a lo largo de la vida del afectado.
Indicios en las edades pediátrica y adulta
En palabras de la Dra. Miriam Blanco, médico adjunto del Servicio de Pediatría en la Fundación Jiménez Díaz, “los síntomas asociados cada vez implican a más profesionales participantes en el estudio de esta enfermedad”. De hecho, pueden ser motivo de consulta para descartar la enfermedad celiaca en niños el presentar talla baja, dolor de cabeza, trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) retraso psicomotor, anemia, aumento de las enzimas hepáticas, aftas orales o alteraciones del esmalte dental.
Pero la enfermedad celiaca no es exclusivamente de niños, sino que también aparece en adultos. De hecho, según subraya el Dr. Farrais, “el 70 por ciento de los diagnósticos se da en mayores de 20 años y el 20 por ciento, en mayores de 60”. Esto no significa necesariamente que los pacientes no se hayan diagnosticado antes, que también puede darse el caso, sino que “la enfermedad celiaca puede aparecer a cualquier edad”.
Diarrea, anemia, elevación de las transaminasas, osteoporosis, abortos de repetición… pueden alertar de la enfermedad celiaca en la edad adulta. Por lo general, hay más mujeres afectadas que hombres, y esto se debe a que “las enfermedades autoinmunes son más comunes en ellas, aunque también puede ser porque gran parte de los varones no están diagnosticados”, apunta el responsable de la Unidad de Enfermedad Celiaca del hospital.
Esta enfermedad no siempre es fácil de diagnosticar, ya que no existe ninguna prueba que sea diagnóstica por sí misma, sino que hay que realizar un conjunto de ellas. Además, es importante que estas pruebas se hagan siempre con dieta con gluten, puesto que al retirar el gluten antes de realizarlas estos marcadores desaparecen y es sumamente difícil realizar un diagnóstico.
Según el Dr. Farrais, es importante hacer un estudio a los familiares de primer grado de pacientes celiacos, ya que para ellos “es entre 10 y 20 veces más probable desarrollar la enfermedad que en la población general”.
Dieta sin gluten como tratamiento único
La dieta estricta sin gluten de por vida es el único tratamiento eficaz para la enfermedad celiaca. Esta dieta “se debe basar en alimentos frescos y naturales”, afirma Cristina López, nutricionista de la Asociación de Celíacos y Sensibles al Gluten. Y es que algunos alimentos procesados contienen gluten residual y, por ello, hasta el 30 por ciento de los celiacos muy habituados y adherentes a la dieta cometen transgresiones involuntarias.
En este sentido, los seguimientos periódicos e indefinidos son fundamentales, ya que se trata de una enfermedad crónica. “Debemos monitorizar y asegurar que los pacientes son adherentes a la dieta, ya que muchos adultos no tienen síntomas digestivos y esto nos va a permitir detectar precozmente enfermedades y complicaciones asociadas”, comenta el Dr. Farrais.
Una vez que se revisa que no se están haciendo transgresiones en la dieta, algunos pacientes “precisan de tratamiento farmacológico por no experimentar mejoría”, apunta Ignacio Serrano, biólogo de la Asociación de Celiacos y Sensibles al Gluten. En este terreno, se está avanzando actualmente para lograr nuevos fármacos. De hecho, el larazótido, que actúa en la permeabilidad intestinal, es el primer fármaco experimental que ha alcanzado la fase 3. Asimismo, se están ensayando y desarrollando vacunas en fase 2.
En cuanto a las vacunas frente a la Covid-19, la Dra. Cristina Serrano, inmunóloga clínica de la Fundación Jiménez Díaz, señala que los celiacos pueden inmunizarse con cualquiera de las opciones actualmente disponibles. Asimismo, destaca que los celiacos no tienen mayor riesgo de contagio por coronavirus ni más probabilidades de sufrir la enfermedad con mayor gravedad.