La osteoporosis es la enfermedad ósea más frecuente y también se la conoce como la enfermedad silenciosa. En España, alrededor de 3,5 millones de personas la padecen y, en la mayoría de los casos, no lo saben. Esta enfermedad no manifiesta síntomas hasta que la pérdida de densidad de los huesos es tan grave que acaba provocando una fractura.
A lo largo de la vida, el cuerpo genera tejido óseo nuevo y el tejido ya existente se desgasta. Cuando la persona es joven se produce nuevo tejido más rápido de lo que se desgasta y la densidad ósea aumenta. En condiciones normales, una persona alcanza el pico de masa ósea a los 30-35 años, a partir de ese momento se produce una pérdida natural progresiva.
Por ese motivo, una de las causas más frecuentes de osteoporosis es el envejecimiento, con una incidencia de 7 de cada 1.000 habitantes mayores de 65 años. En las mujeres, tras la etapa postmenopáusica, se calcula que puede tener una prevalencia del 20% entre los 50 y 84 años.
La osteoporosis no se puede evitar, sin embargo, existen ciertos factores que pueden acelerar la pérdida de masa ósea. Adoptar ciertos hábitos desde los primeros años de vida nos ayudará a llegar con un buen nivel de masa ósea a la edad adulta.
Consejos para cuidar la salud de nuestros huesos
1. Una alimentación rica en calcio. El calcio es el mineral que el cuerpo necesita para mantener los huesos fuertes y disminuir la pérdida de masa ósea. Las principales fuentes de calcio son los lácteos, los vegetales de hoja verdes y el pan, entre otros.
2. La vitamina D. Mantener un adecuado nivel de vitamina D es imprescindible para la salud ósea, ya que este micronutriente ayuda al cuerpo a absorber el calcio. Su principal fuente es la exposición al sol, pero también se puede encontrar en pescados grasos, huevos y alimentos enriquecidos con vitamina D, como algunos productos lácteos y cereales.
3. Evitar los hábitos que dañan los huesos. Hay algunos hábitos como el consumo excesivo de alcohol y el tabaco que contribuyen al debilitamiento de los huesos.
4. El ejercicio físico. La actividad física hace que los huesos estén más fuertes y tengan mayor densidad, de esta forma podemos prevenir que se debiliten.
5. Complementar la alimentación con colágeno. Algunos especialistas pueden recomendar en algunos casos la toma de complementos alimenticios a base de colágeno, una proteína que se encuentra en los tejidos como la piel, las articulaciones, los huesos y los músculos. Con la edad disminuye la producción y de esta forma obtendremos un aporte extra de colágeno que puede contribuir a mantener la salud de nuestros huesos.
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