En la Tierra a jueves, diciembre 19, 2024

19 DE MARZO, DÍA MUNDIAL DEL SUEÑO

¿Cómo funcionan las fases del sueño por las que pasamos al dormir?

LAS DISTINTAS FASES DEL SUEÑO POR LAS QUE PASAMOS AL DORMIR SON CLAVE PARA QUE EL CUERPO SE REGENERE Y RECUPERE LA ENERGÍA

Expertos de la Cátedra del Sueño de la Universidad de Granada – LOMONACO explican los procesos que se producen en el cuerpo, desde el cerebro a nuestra piel o el corazón, entre otros.

A lo largo de nuestra vida dedicamos una media de 25 años a dormir. El sueño, además, es uno de los aspectos fundamentales de nuestra salud porque, mientras dormimos, el cuerpo no deja de trabajar y se producen numerosos procesos internos. Con motivo del Día Mundial del Sueño, expertos de la Cátedra del Sueño de la Universidad de Granada – LOMONACO destacan la importancia de los procesos vitales que ocurren en el organismo cada noche.

El cerebro alcanza su máxima actividad

Durante la noche, el cerebro trabaja intensamente para reparar los daños causados a lo largo del día. Sin embargo, esta actividad cambia a lo largo de las horas de descanso según las distintas fases del sueño. 

Un ciclo de sueño está compuesto por cinco fases distintas:

Fase 1 y 2. Se inicia el ciclo de sueño y se pierde la consciencia y control del cuerpo. La actividad cerebral se reduce, los ojos se mueven lentamente y el estado de alarma disminuye.

Fase 3 y 4. Se entra en un sueño profundo y la actividad cerebral es muy lenta.

Fase 5. Es la que conocida como REM ya que, durante esta fase, los ojos se mueven rápidamente y en todas direcciones. El cerebro se encuentra en su máxima actividad, incluso mayor que cuando estamos despiertos.

Para conseguir un buen descanso, se debe repetir a lo largo de la noche este ciclo de sueño entre tres y siete veces. Si el ciclo se rompe y no se pasa por las distintas fases, el cuerpo no podrá repararse y nos levantaremos cansados.

Se produce la hormona del crecimiento y las hormonas encargadas del apetito

Al dormir se segrega melatonina, una hormona que interviene en la regulación del sistema inmunológico. Es fundamental en el ciclo de sueño, ya que regula el reloj biológico y, cuando aumentan sus niveles en el cuerpo, nos produce sueño. De la misma forma, también está implicada en los momentos del día en los que se tiene sensación de hambre.

El cuerpo también segrega durante el sueño la hormona del crecimiento, cuya producción aumenta especialmente durante la fase del sueño profundo o fase REM. En concreto, la secreción de la hormona del crecimiento se regula en el hipotálamo y llega a su punto más alto aproximadamente 20 minutos después de quedarnos dormidos.

Otra hormona producida en el hipotálamo mientras se duerme es la hormona antidiurética o vasopresina, la causante de que no haya necesidad de ir al baño durante la noche, ya que sus niveles decrecen en estos momentos.

Durante el sueño se modifica el ritmo cardiaco y la presión arterial

Al dormir el cuerpo repone energías para que al día siguiente pueda seguir funcionando a su máxima capacidad. Para que se puedan volver a cargar esas energías, el corazón desciende su actividad durante la noche y ralentiza su funcionamiento. El ritmo cardiaco y la presión arterial se modifican y, como consecuencia, la sangre que el corazón transporta al resto del cuerpo es de “mejor calidad” y más rica en proteínas.

Algunas personas pueden experimentar una subida de su tasa cardiaca en los cambios de una fase del sueño a otra, aunque esta volverá a estabilizarse una vez se haya consolidado esa nueva fase.

Huesos y músculos descansan durante la noche

La noche es el momento en el que los huesos y músculos pueden descansar. Al dormir en posición horizontal, las articulaciones no necesitan soportar el peso del cuerpo, por lo que los músculos se relajan. A lo largo de las fases del sueño el tono muscular se va alterando y, al llegar a la fase REM, sufre una reducción muy marcada. Por otro lado, en la columna vertebral, los discos intervertebrales se regeneran y se rellenan de una sustancia fundamental para ejercer su función amortiguadora.

La temperatura corporal cambia según las fases del sueño

Otro de los grandes cambios que se produce durante la noche es el control de la temperatura corporal. De forma habitual, durante la fase REM se produce una subida de la temperatura corporal, que continúa variando a lo largo de las distintas fases del sueño.

La vista se regenera y la piel expulsa toxinas

En el caso de la vista, se regenera la película lagrimal que protege la córnea, que está más tersa al despertar. Y como sabemos, tras un buen descanso las ojeras desaparecen.

No obstante, durante el sueño el cuerpo elimina toxinas a través de los poros de la piel. Además de eliminar esas toxinas acumuladas durante el día, también se eliminan aquellos elementos “dañados”, como la elastina y el colágeno, que se sustituyen entonces por nuevas fibras. En todo este proceso de renovación que la piel sufre a lo largo de la noche se produce una gran pérdida de agua, por lo que la piel se deshidrata más por la noche que por el día. 

Seguiremos informando…

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