En numerosas ocasiones, la población no tiene claro si lo que está sufriendo es un resfriado o una alergia. LETI Pharma ha lanzado una campaña para ayudar a la población a poder diferenciarlos y escoger el tratamiento más adecuado. El objetivo de la campaña es aumentar la derivación al alergólogo ante la aparición de un posible síntoma de alergia y que el paciente sea consciente de la importancia de seguir el tratamiento indicado.
A través de un juego rápido relacionado con los síntomas de la alergia, el usuario podrá descubrir más aspectos vinculados con esta patología. El doctor Ángel Moral de Gregorio, responsable de la Unidad de Aerobiología y médico adjunto del Hospital Virgen del Valle de Toledo, afirma que campañas como ésta “contribuyen a un mejor cumplimiento de los tratamientos propuestos por los alergólogos a sus pacientes y a una evolución más benigna de su enfermedad”.
Es muy importante que los pacientes sepan diferenciar los síntomas de la alergia y del resfriado. Según el doctor Moral, en el caso de una alergia al polen “los síntomas son el picor de ojos y de nariz, el lagrimeo, los estornudos y mucosidad líquida transparente. Con una duración de los mismos prolongada y de intensidad variable, coincidiendo la reducción de los síntomas con los días de lluvia y la utilización de antihistaminicos”.
Sin embargo, en el caso del resfriado común, “aunque presenta síntomas muy parecidos a la alergia por pólenes, se suelen acompañar de fiebre o dolor de garganta, y además la mucosidad nasal es amarillenta o verdosa. Es un proceso de duración corta que no suele prolongarse más de una semana”, añade.
Resfriado, alergia y uso de la mascarilla
En España, cerca de un 33% de la población padece enfermedades alérgicas, un 13% más que en el año 2000. Entre los alérgicos, un 60% lo son al polen. Además, según el experto, “cada vez es más frecuente que los alérgicos lo sean a varios pólenes a la vez, presentando síntomas en diferentes épocas del año, no sólo en primavera”.
El doctor Ángel Moral explica que esta primavera las personas alérgicas también sufrirán menos síntomas “por el uso habitual de la mascarilla en el exterior. Llevar mascarilla provoca una reducción de los síntomas de rinitis y asma por el efecto de pantalla sobre la nariz y la boca, impidiendo el acceso de los polénes. Esto conlleva una reducción en el consumo de medicación y en la asistencia a servicios de urgencias por parte de los polínicos”.
En cuanto al tipo de mascarilla más adecuada para las personas con alergia, Moral afirma que “todas son capaces de atrapar los pólenes. Pero las de protección FFP son más eficaces porque permiten un mejor sellado, al impedir la entrada de los pólenes por los bordes”.
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