La defensa de Rocío Carrasco por parte de Javier (ahora Xavier) Sardá le ha costado un picotazo. Y es que muchos no entendieron que Sardá se metiera en semejante avispero cargando contra Antonio David Flores y defendiendo a Carrasco. Algo no muy comprensible si se tiene en cuenta que, durante años, tuvo en nómina a Flores en ‘Crónicas Marcianas’.
La colaboración de Flores con el programa, considerado la madre de la ‘telebasura’ a gran escala en España, fue sacada a la palestra por el político Iñigo Errejón, que, probablemente, no era conscientes de que los cortes “homófobos” del ex guardia civil, acabaran golpeando al ‘showman’ y simpatizante del PSC.
Al fin y al cabo, Sardá mantuvo en espacio preferente a Flores, exprimiendo el morbo de sus enfrentamientos con la familia Jurado. El problema ha llegado en que el archivo de ‘Crónicas Marcianas’, (‘Crónicas Marranas’, para el común de los mortales de la época) ha servido también para poner en evidencia a otros nombres que pasaron por él.
Ese ha sido el caso de Kiko Hernández, tildado de “machista” por insultos de grueso calibre contra Sonia Arenas. Pero Hernández, un escualo de las aguas de la ‘telebasura’, no se ha quedado quieto, sino que ha denunciado que buena parte de esos enfrentamientos estaban fomentados o guionizados por Sardá y su equipo.
O sea, que Sardá tampoco era inocente en la promoción de esas actitudes. En ese campo, no hay inocentes, por mucho que ahora se disfracen de curas laicos en púlpitos televisivos y olviden su responsabilidad, blanqueando aquello como “una fiesta”.
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