Un 6 por ciento de las angioplastias practicadas en el Hospital Universitario Rey Juan Carlos, perteneciente a la red sanitaria pública de la Comunidad de Madrid, son ambulatorias. Esta técnica, que se incorporó a la cartera de servicios del centro hace ahora tres años, comporta una mayor comodidad para el paciente y también incrementa la eficiencia desde el punto de vista de la gestión hospitalaria.
Esta estrategia de intervención coronaria, cuya seguridad y factibilidad han demostrado numerosos estudios observacionales desde la década de los 90, está recomendada para personas con cardiopatía isquémica crónica estable (pacientes con clínica de angina estable o isquemia silente) con obstrucciones coronarias no complicadas y en los que el procedimiento se puede realizar a través del brazo (vía radial o cubital).
Además, el paciente tiene que cumplir determinados requisitos para aumentar la seguridad del procedimiento, por lo que la angioplastia no se realiza de forma ambulatoria en pacientes que toman anticoagulantes, si la angioplastia coronaria es compleja, si presenta insuficiencia renal, si el paciente vive muy lejos del hospital o no hay personas que puedan cuidarle en su domicilio/residencia; en estos casos, el paciente ingresa después de la angioplastia coronaria.
Tal y como explica la Dra. Petra Sanz Mayordomo, jefa del Servicio de Cardiología del Hospital Universitario Rey Juan Carlos, su realización consiste en la desobstrucción de las arterias del corazón mediante su dilatación con un balón y la posterior colocación de un stent. Tras el procedimiento, el paciente permanece en observación entre 6 y 8 horas, pero no precisa ingreso en hospitalización, pudiendo irse de alta a su domicilio el mismo día del procedimiento.
“Realizar el procedimiento de forma ambulatoria, con toda la seguridad y sin necesidad de ingreso en el hospital, mejora la comodidad y calidad de vida para el paciente, que puede descansar y recuperarse en su domicilio”, indica la Dra. Petra Sanz, añadiendo que, “además, incrementa la eficiencia desde el punto de vista de la gestión hospitalaria, al aumentar la disponibilidad de camas para pacientes agudos que lo precisen”.
Este tipo de abordaje no va en detrimento de la seguridad y eficacia de sus resultados ya que, tras la intervención y antes de recibir el alta, los pacientes sometidos a esta intervención son valorados por un cardiólogo, que confirma la ausencia de complicaciones cardiacas o hemorrágicas a nivel del sitio de punción, asegura la jefa del Servicio de Cardiología del centro hospitalario.
De hecho, el Hospital Universitario Rey Juan Carlos incorporó a su cartera de servicios esta técnica en el año 2018 y desde entonces se han practicado alrededor de 36 angioplastias ambulatorias (el 6 por ciento del total de angioplastias coronarias), sin que hasta el momento se haya comunicado ninguna complicación al respecto.
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