Las asociaciones de vecinos son el oscuro objeto del deseo de Más Madrid y Unidas Podemos. Ambas formaciones cortejan a estas entidades, que, en el imaginario de la izquierda, representan un factor de influencia y movilización, allá donde estos dos partidos buscan desbancar, sobre todo, al PSOE: los barrios.
Precisamente los barrios son uno de los caballos de batalla de la extrema izquierda en esta precampaña y lo serán todavía más en la campaña electoral. Y ya no se trata sólo de cerrar el paso a las formaciones conservadoras, sino también de cortar una posible progresión de los socialistas y, sobre todo, del adversario “hermano”.
Tanto en Unidas Podemos como en Más Madrid son conscientes de que en las últimas elecciones generales, el cinturón rojo de la capital se decantó por la opción socialista antes que por los morados de Iglesias o los ‘postmorados’ de Errejón. Ni uno ni otro obtuvieron unos resultados esperanzadores en los barrios, a los que tanta mención dedican y en los que la maquinaria socialista consiguió recoger buena parte de los votos “progresistas”.
Ante esta situación, y que Gabilondo se ha quitado las gafas, Unidas Podemos y Más Madrid, que han hecho de los barrios y la movilización vecinal sus ejes de campaña, intentan conseguir el favor de uno de los grupos más influyentes en ellos: las asociaciones de vecinos.
Históricamente, estas entidades sirvieron como cobertura para la “capilaridad” de los movimientos cercanos al PCE-IU, que las emplearon como cobertura y caballo de batalla en los barrios más humildes, en casi todas las ocasiones con reivindicaciones justas. Pero con la ruptura de la formación y la diversificación, ahora, de la izquierda madrileña, fragmentada en partidos de izquierda y de extrema izquierda, la Federación Regional de Asociaciones de Vecinos de Madrid (FRAVM) se ha convertido en un poderoso ‘lobby’ a tener en cuenta por todas las formaciones políticas, del signo que sean.
Con Quique Carrasco al frente, la FRAVM se deja querer por los principales partidos, aunque los que mayor grado de cariño muestren sean UP y Más Madrid. Días atrás, Iglesias acudió a entrevistarse con sus dirigentes junto a la plana mayor de su candidatura.
El líder podemita, que se encuentran a un nivel más precario en cuanto a militancia a pie de calle, quiere ganarse el favor porque sabe que el boca a boca y la influencia de los integrantes de estas asociaciones en los barrios puede ser vital para su candidatura.
También Más Madrid mantiene un análisis similar, aunque los errejonistas llevan ventaja al partido ‘madre’. Para empezar, Errejón siempre ha prestado mayor atención al tejido asociativo, siquiera sea por la presencia de exIU madrileños que siempre dieron gran importancia a esta área.
Además, Más Madrid ha sabido contar con personalidades muy respetadas en el ámbito de las asociaciones de vecinos. Es el caso del concejal Nacho Murgui, expresidente de la FRAVM, o del veterano líder vecinal Félix López-Rey, lotero de Orcasitas y ligado en tiempos al PCE y a IU. Con esos dos nombres, el partido errejonista gana terreno a su competencia morada. ¡Todo está en el aire!
Seguiremos Informando…