La espera ha terminado. Esta noche MasterChef llega a La 1. El talent culinario de TVE abre su novena edición en la que dieciséis nuevos aspirantes lucharán por hacer realidad su sueño. Durante esta temporada, MasterChef cumplirá su emisión número 200 y lo celebrará con un programa especial. Para conocer más detalles de la nueva edición hablamos con Pepe Rodríguez, uno de los jueces más queridos por los espectadores.
Su secreto para ganarse el cariño, asegura, es su carácter “natural” y abierto. No parece ir muy desencaminado, pues el manchego se ha convertido en uno de los comunicadores más populares de la televisión a pesar de que su verdadera profesión esté mucho más ligada a los fogones que a las cámaras. Una vez más, Pepe Rodríguez volverá a enfundarse el delantal del programa para inaugurar una edición “maravillosa” que asegura haber disfrutado “muchísimo”.
El FesTVal de Vitoria anunció la semana pasada que concederá a ‘MasterChef’ el premio Joan Ramón Mainat. ¿Te lo esperabas?
Todos los premios que nos den son bienvenidos. No trabajamos por ellos, pero si nos los dan, los cogemos. No me lo esperaba, pero estamos felices. Es un premio importante, además lo da el FesTVal de Vitoria donde se presentan todos los programas de televisión…algo habrán visto para dárnoslo. Lo cogemos con todo el cariño.
Estrenáis la novena edición este martes. ¿Qué podemos esperar del programa en esta temporada?
Sabemos lo que es MasterChef: gente con toda la ilusión del mundo que quiere hacer un programa para ver si le puede cambiar la vida. En esas estamos, en buscar al nuevo MasterChef España. Ha habido unos concursantes muy buenos, es una edición maravillosa. Hay gente que viene con mucho gusto, con una media de edad que se nota que vienen a divertirse. Eso se nota, lo transmitimos nosotros y lo transmiten ellos. Creo que el espectador se lo va a pasar muy bien.
Llevas muchas ediciones como juez de ‘MasterChef’ y el programa se ha convertido en una parte importante de tu vida. ¿Cómo afrontas esta nueva edición a nivel personal?
La he afrontado con muchísima ilusión. Yo creo que en esa deformación que tenemos como cocineros, que intentamos dar siempre el máximo en todo lo que hacemos, creo que lo transmito y lo llevo al mundo del entretenimiento. Quiero ser el mejor tío que haya en la televisión y me dejo la piel, no lo conseguiré nunca seguramente, pero me acuesto todas las noches pensando: “Sí, he dado el máximo en este programa”.
Lo afronto con todas las expectativas del mundo. Sé que es una muy buena edición, ojalá funcione y la competencia no nos haga demasiado daño. Sobre todo, que la gente lo pueda disfrutar. Yo lo he disfrutado mucho porque cada edición para mí es diferente. Los concursantes son los que nos dan el programa, si los concursantes son buenos nosotros hacemos un buen programa y en esta ocasión, lo han sido.
El público te ha cogido mucho cariño a lo largo de todo este tiempo. ¿Cuál es el secreto para caerle bien a tanta gente?
Creo que si hay que tener algo en la televisión es la naturalidad. Uno tiene que notar que es un tío normal, que habla para todo el mundo. Que pueda hablar para un ministro y para el tío más llano del pueblo. Que se entiendan los mensajes, de forma natural, como te gustaría que contaran las cosas tu padre o tu abuelo. Que los mensajes sean creíbles. Yo las quiero contar así, es que no sé hacerlo de otra manera tampoco. No me esfuerzo ni lo estudio. Creo que esto es importante en una sociedad en la que nos cuentan todo un poco prefabricado. Yo huyo de todas esas cosas, me da una pereza…No me importa que vean mis fallos o mis defectos porque eso me hace más natural. Es importante transmitir naturalidad.
Y hablando de secretos, ¿qué tiene ‘MasterChef’ para reunir a un público tan fiel?
Son muchos ingredientes. Creo que el formato es muy bueno, la gente que sabe hacer televisión lo tiene muy claro. Siempre estamos ahí en una línea que creo que es lo más difícil: conjugar entretenimiento con la seriedad que imponemos en cocina. Pasamos del espectáculo puro y duro, a la esencia de la cocina; pasamos del llanto a la risa. Los estados de la vida los concentramos en un programa de televisión. Todos esos ingredientes hacen que el público nos siga, encuentre algo con lo que sentirse identificado y que el formato funcione.
¿’MasterChef’ ha cambiado tu forma de entender la cocina?
Bueno, quizá sí que MasterChef me haya ayudado a cambiar algo. He visto a tantos cocineros, tantas pruebas de cocina, que seguramente me hayan ayudado a ser mejor cocinero. Yo creo que el cocinero se va formando día a día como en cualquier otro profesional en otra disciplina. Estoy seguro de que he cogido cosas del programa que me han servido para crecer, aunque tenía clara la idea que quería para mi cocina y para mi restaurante.
En el avance hemos visto que a lo largo de la temporada aparecerán políticos como Martínez Almeida o Ada Colau. ¿Qué impresión te causaron? ¿Cómo les viste?
Hay una diferencia ideológica enorme entre los dos, pero en el cuerpo a cuerpo yo no la percibo. Ada Colau me pareció una tía majísima. Luego habrá que preguntar a los ciudadanos de Barcelona si opinan lo mismo. Me pareció muy maja y muy cercana. Y luego Almeida es un tío extraordinario. Me quería echar, el “cabrito”, de la grabación porque sabe lo madridista que soy. Me dijo “sé que eres un vikingo malo”, ahora mismo llamo a los municipales y te saco de la plaza” (ríe). Hubo mucho cachondeo y muy buen tono. Me parecieron dos personas que no tienen nada que ver seguramente en política, pero son seres humanos que querrán lo mejor para su ciudad. Me parecieron dos tíos maravillosos.
¿Tienes alguna espinita clavada con el programa? ¿Algo que aún no hayas podido hacer durante todos estos años?
Creo que ya lo he hecho todo. Es difícil hacer algo más, pero sí que me gusta hacer el friki. Me gusta darle un punto surrealista a las cosas. Me gusta la diversión, me gusta el humor y he hecho de todo. Hablo chino, inglés, alemán, francés, pero no hablo de nada. No me importa que se vea que no tengo ni idea de nada, he perdido la vergüenza. Me divierto mucho, he dado con un formato en el que estoy feliz y en el que doy el 100%.
¿Te sigues viendo en el programa a largo plazo o has valorado dar un paso a un lado?
No. En mi caso, yo no soy gente de la televisión, he entrado en la televisión. Yo soy cocinero, y si mañana se acaba MasterChef vuelvo donde estoy. No me considero un profesional del medio, aunque intente serlo. Soy una persona que ha caído en un programa, y que creo que me moriré televisivamente en el programa. No puedo decir: “Voy a dejar MasterChef“. No, porque no tengo otra cosa mejor que hacer.
Seguiremos Informando…