Según los médicos rehabilitadores y los fisioterapeutas de la Unidad de Rehabilitación del Hospital Beata María, la disminución de la actividad física diaria motivada por el teletrabajo está en el origen de muchas de las lumbalgias que están atendiendo en este último año.
El doctor César Hernández de la Peña, médico rehabilitador del centro, afirma que “el hecho de teletrabajar hace que nuestra actividad física diaria disminuya. Pero también, las personas que no trabajan suelen pasar más tiempo en casa, de manera que todos tendemos a ser más sedentarios. Todo ello redunda en una falta de actividad física que constituye una de las principales causas del dolor de espalda”.
La lumbalgia se sitúa como uno de los principales motivos de incapacidad en nuestro país. Durante el pasado año, un 25% de las bajas laborales estuvieron relacionadas con esta patología que, como explica Alberto Arranz, fisioterapeuta del Hospital Beata María Ana, se caracteriza por un “dolor en la parte posterior de la espalda, que puede afectar desde las costillas flotantes hasta los pliegues glúteos inferiores, y que puede referir dolor a los miembros inferiores”.
El doctor Hernández de la Peña señala que es necesario realizar actividad física diariamente para prevenir dolores de espalda. “La actividad preventiva puede consistir en salir a caminar, al menos, entre 30 y 60 minutos todos los días. Además, si se trabaja en casa, es bueno levantarse del asiento, como mínimo, cada 2 horas y moverse durante 1-2 minutos”.
Tratamientos conservadores basados en rehabilitación
Alberto Arranz explica que en los últimos años el abordaje quirúrgico de la lumbalgia no ha dejado de aumentar, “al tiempo que también lo ha hecho el número de casos diagnosticados tanto de carácter agudo como crónico”. No obstante, “en los casos de lumbalgia aguda la evidencia científica indica que la aplicación de calor en la zona dolorida y la realización de ejercicio adaptado y específico contribuye a una mejora del dolor agudo y de la movilidad, al tiempo que reduce el riesgo de que se cronifique”.
Esto mismo sucede con la lumbalgia crónica, donde se ha demostrado que la base fundamental del tratamiento “debe ser el ejercicio físico”. Además, puede ir acompañado de diferentes técnicas como el uso de TENS (electroestimulación percutánea o transcutánea), la terapia manual, la aplicación de calor o frío, las fajas lumbares y, “solo en los casos de mayor gravedad”, las intervenciones quirúrgicas.
Seguiremos informando…
