Con el objetivo de fortalecer la comunicación y coordinación con los centros sociosanitarios, aprovechar los recursos al máximo y extender las posibilidades de diagnóstico del hospital a su zona de influencia, la Fundación Jiménez Díaz organizó recientemente, en formato online, la Jornada sobre Coordinación Sociosanitaria.
“En el último año se han producido numerosos cambios de personal en los centros sociosanitarios, y por ello queríamos mejorar la comunicación ya existente, explicar y potenciar la utilización de la herramienta informática el Portal Sociosanitario y dar a conocer los distintos circuitos existentes de Geriatría, Enfermería y Continuidad Asistencial”, explica la Dra. Ana Hormigo, geriatra del hospital.
Desde 2016, cuando se creó la Unidad de Coordinación Sociosanitaria, la Fundación Jiménez Díaz comenzó a incluir residencias en el Portal Sociosanitario, plataforma informática que nació para facilitar la comunicación entre los diferentes profesionales. Actualmente, están incluidos 35 centros sociosanitarios del área de influencia del hospital, lo que supone más del 90 por ciento de la población institucionalizada, y cuatro congregaciones religiosas.
La comunicación con estos centros siempre ha sido fluida y ha mejorado año tras año. Sin embargo, durante la pandemia, para conseguir de forma coordinada la mejor respuesta posible ante la amenaza de la Covid-19 y seguir mejorando la atención a patologías previas, ha sido fundamental que estas vías de comunicación fuesen aún más eficientes y ágiles.
“Además de la solicitud de material sanitario y fungible por parte de las residencias, gestionamos pruebas complementarias y, cada vez más, tramitamos valoraciones no presenciales, tanto de Geriatría como de otras especialidades hospitalarias, para evitar desplazamientos innecesarios y posibles contagios”, comenta la Dra. Hormigo.
Coordinación entre niveles asistenciales
La Unidad de Coordinación con Centros Sociosanitarios, formada por un geriatra hospitalario de referencia y Enfermería de Continuidad Asistencial, tiene como objetivo favorecer la coordinación entre los niveles asistenciales para mejorar la atención de los pacientes.
“Esto se refleja en una mayor accesibilidad a los recursos hospitalarios desde el medio residencial, facilitando el manejo del paciente mayor institucionalizado, que en la mayoría de los casos es frágil y dependiente, y está inmovilizado”, explican en la Fundación Jiménez Díaz, apuntando: “Este nuevo modelo asistencial, además de impulsar la comunicación entre profesionales, centra la atención en el paciente, no en las enfermedades”.
Igualmente, se optimizan las derivaciones hospitalarias en beneficio de los pacientes mayores. Así, en 2020 se evitaron más de 615 consultas para trámites burocráticos, con el ahorro correspondiente de ambulancias que también supone en muchos casos. “Por otra parte, el circuito específico de dispensación de antibioterapia a residencias evitó el año pasado, exceptuando marzo y abril, 195 días de ingreso a nuestros mayores. Esto constituye una ganancia tangible, teniendo en cuenta el deterioro que produce una hospitalización en las diferentes esferas del paciente anciano”, detallan desde el Servicio de Geriatría del hospital.
Los beneficios de la e-consulta
La e-consulta, principal herramienta de comunicación clínica del Portal Sociosanitario, facilita la comunicación entre profesionales de distintos niveles asistenciales, concretamente, Atención Primaria, Hospital y personal sanitario de los centros sociosanitarios.
En esta herramienta, que posibilita la gestión de preguntas y respuestas de una actuación clínica, la comunicación establecida entre profesionales queda integrada en la historia clínica (HC) del hospital, generando así un informe que en muchas ocasiones aporta tanta información que llega a ser equivalente a una consulta médica.
Para poder realizar una e-consulta, la residencia debe ser dada de alta en el Portal Sociosanitario, a través del cual se accede a la HC de sus residentes -tras la firma del correspondiente consentimiento informado por parte del paciente o su tutores-. La herramienta permite compartir archivos, documentos o fotos que facilitan la comunicación y amplían la información intercambiada.
Circuitos para mejorar la atención del paciente
El paciente geriátrico institucionalizado se caracteriza por presentar una gran complejidad que precisa un abordaje integral e individualizado. Suele presentar pluripatología, polifarmacia y síndromes geriátricos que le hacen ser consumidor de un gran número de recursos sanitarios. Para mejorar la calidad de la atención, optimizar la utilización de recursos y dar un tratamiento y unos cuidados individualizados, se han establecido más de 20 circuitos diferenciales y específicos.
Entre ellos se encuentran, por ejemplo, la coordinación con el Hospital de Día para evitar derivaciones innecesarias a Urgencias en pacientes estables con anemia que puedan ser transfundidos directamente en este servicio; el circuito de antibioterapia, mediante el cual se proporcionan antibióticos a las residencias en los casos justificados; o el plan estival de la ola de calor, por el que se ofrece sueroterapia a las residencias para evitar cuadros clínicos que motiven derivaciones evitables.
También existen circuitos diferenciales en Enfermería de Continuidad Asistencial, como la valoración de heridas de difícil cicatrización para dar recomendaciones sobre cómo afrontar las curas -se puede ver la evolución mediante las fotografías adjuntadas en las e-consultas, que quedan reflejadas en la HC; la atención de los pacientes con sonda de gastrostomía, que habitualmente son muy dependientes -se ha formado a los enfermeros de los centros sociosanitarios para que puedan recambiarla en la residencia-, etc.
El futuro de la atención en los centros sociosanitarios
Para llevar a cabo la continuidad de cuidados que precisa el paciente institucionalizado, la Fundación Jiménez Díaz persigue extender su valoración al Servicio de Urgencias, donde los pacientes geriátricos son especialmente vulnerables. “Queremos que, a través del Portal Sociosanitario, nos avisen de todo aquel residente derivado para poder actuar desde el inicio del proceso asistencial”, explica la Dra. Esther Lueje, geriatra del hospital. De este modo, se podrán coordinar derivaciones, valorar pacientes institucionalizados, adecuar en los casos necesarios el ingreso y buscar el medio más eficiente de su atención.
“Para la coordinación entre los centros sociosanitarios y Urgencias -detalla- es fundamental la presencia de profesionales formados específicamente en la asistencia a estos enfermos; con esto se optimizaría la utilización de los recursos sanitarios y se minimizarían los efectos disfuncionales que estos servicios provocan en los mayores, humanizando la atención”.
Otro objetivo es realizar videoconsultas a través del Portal Sociosanitario cuando sea necesaria esta forma de atención. “En ocasiones, la complejidad de algunos casos así lo requiere, y la valoración conjunta con el paciente, familiares y personal de la residencia ayudaría a resolver problemas médicos evitando desplazamientos innecesarios”, concluye.
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