La actual crisis ha visibilizado el liderazgo político de mujeres como Jacinda Arden, Ángela Merkel o Sanna Marin ¿Son las mujeres mejores líderes?
Arden, Merkel o Marin son referentes fundamentales porque ocupan posiciones de responsabilidad y desempeñan funciones que, tradicionalmente, han sido confiadas a los hombres. Si son mejores líderes dependerá de los resultados de sus gestiones, y es opinable igual que sucede con los hombres. Lo que sí está claro es que los momentos críticos demandan nuevas respuestas y la diversidad colabora en que sea así. Y por supuesto, favorece la normalización de la presencia de mujeres en los espacios donde se toman decisiones relevantes, en las organizaciones, desde las administraciones públicas hasta la empresa privada.
¿Qué valores destacaría de las premiadas de este año 2021?
La constancia y el esfuerzo son dos valores que comparten todas y cada una de las elegidas. Pero quizá este año, es la determinación la que ha atravesado la mayoría de las candidaturas. Y eso es lo que persigue el ranking Top 100 Mujeres Líderes en España. Todas han trabajado mucho durante años para llegar a donde están ahora y lograr el reconocimiento que merecen. De hecho, en este 2021 en el contexto de la pandemia, es más importante que nunca destacar estos valores: han demostrado el compromiso de liderar y el desafío de seguir asumiendo, en muchos casos, el rol de gestoras de los cuidados físicos y emocionales. Esto pone de manifiesto el carácter y la resistencia de muchísimas mujeres, que, repartidas y exigidas, dan la talla independientemente de las circunstancias.
¿Cómo será el liderazgo tras la crisis provocada por el Covid-19?
Es importante que las mujeres estemos presentes e involucradas en los grupos de trabajo que, desde los diferentes sectores, ayudarán a reactivar la economía tras esta crisis que el COVID-19 ha provocado de forma tan inesperada. Está claro que vivimos un contexto complejo y que enfrentamos una situación desconocida que nos ha descolocado, pero por eso mismo estoy convencida de que solo la diversidad garantizará las respuestas adecuadas. Esto significa que debemos seguir luchando por una igualdad de género que alcance a las áreas directivas. Y que se instale de una vez por todas y con normalidad, un liderazgo compartido.
¿Cuáles son los grandes retos que tendrá que seguirá afrontando la mujer tras la Covid-19?
Las estadísticas indican de manera preocupante la sobrecarga a la que se ha sometido a la mayoría de las mujeres, y nada indica que la situación vaya a cambiar. Es la mujer quien sigue asumiendo un papel de gestión de lo “doméstico” que señala otro gran problema: mientras los hombres no entiendan que ese espacio también tienen que ocuparlo ellos, el equilibrio al que aspiramos seguirá siendo una asignatura pendiente. El reto es seguir luchando para que dentro y fuera, en el ámbito público y en el privado, exista la corresponsabilidad, algo que se practica poco. Y que tanto hombres como mujeres dispongan del mismo tiempo para repartirlo según sus necesidades y aspiraciones.
¿Cómo se logra?
Teniendo claro que es necesario, trabajando para involucrar a los hombres y que cambien su ejes y prioridades, impulsando el cambio, evitando estereotipos y, sobre todo, educando para que no se eternicen los modelos obsoletos. El reto es alcanzar esa transformación desde abajo para ir construyendo una sociedad en la que la diversidad y la igualdad no se discutan. Crear modelos en los que el rol que ocupamos sea reconocido, avanzar en las políticas que ayuden a alcanzar estas metas. Y a la par, seguir afrontando cuestiones que a causa del COVID-19 han quedado relegadas: la mejora de las condiciones laborales de las mujeres, la inclusión en puestos de relevancia y toma de decisiones o garantizar las políticas de sensibilización en torno a la igualdad de género.
Te hemos escuchado hablar de Lobby femenino, ¿Más necesario que nunca?
Cuando hablo de ‘lobby femenino’ me refiero a un grupo de mujeres apoyando e impulsando a otras mujeres. Top 100 Mujeres Líderes no es solo un ranking que reconoce el trabajo de profesionales y referentes que lideran sus sectores y áreas de actuación. Es también un punto de encuentro para poner en común experiencias, ideas, opiniones… Es un movimiento de compromiso y generosidad, en el que dar la mano para que otras mujeres estén donde se merecen se convierte en un círculo virtuoso. Siempre que la igualdad siga siendo una tarea pendiente en nuestra sociedad, este ‘lobby’ será más necesario que nunca.
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