La plantilla de Telemadrid está sumida en la preocupación al observar cómo ignoran a la cadena desde la Puerta del Sol. La última decisión fue apartar a la televisión de la señal que tradicionalmente emitía desde la sede del Gobierno en los actos del 2 de mayo. La paciencia del Gobierno de Ayuso y, especialmente de su jefe de gabinete, Miguel Ángel Rodríguez (MAR), llegó al límite al observar el trato que sus directivos y presentadores estrella daban a Ayuso. Convertida en la “rock start” de todos los espacios informativos, la entonces candidata “no necesitaba blanquear el falso pluralismo de Telemadrid ese día”, apuntan desde Sol.
Sin el parapeto del ex vicepresidente y portavoz, Ignacio Aguado, por quien bebían los vientos en la cadena, los directivos y presentadores estrella temen que el abrumador resultado de la popular en las elecciones del pasado 4M, traiga consecuencias en la plantilla y más recortes en la asignación presupuestaria. Por si eso ocurriera, algunos ya se están desmarcando del director general, José Pablo López, en la diana del Gobierno autonómico. A él atribuyen la escasa influencia de la cadena y lo que consideran una campaña continua contra Ayuso y el PP, a costa de beneficiar en sus informaciones, no tanto a Ciudadanos, si no a su “jefe” Ignacio Aguado. Apartado el naranja y tras la horfandad de “instrucciones”, fuentes del ente aseguran que “se empieza a generar una corriente de sálvese quien pueda”, a costa de desvincularse del director general.
Elegido por Cifuentes para el cargo, José Pablo López, pactó un contrato blindado, que impide su despido hasta dentro de casi dos años. Es decir, pudiera coincidir con las próximas elecciones autonómicas.
Igual para entonces ya emiten la “Retuerka” de Pablo Iglesias y se pueden unir los que ahora conocen en la cadena como los ‘nerviosos’.
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