Según los resultados del informe, en España el Índice de confianza es de 45 puntos, posicionándonos como el cuarto país más desconfiado de los 27 encuestados tan solo por encima de Reino Unido, Japón y Rusia.
Por primera vez en los 20 años del estudio global, las empresas han resultado ser la institución que genera más confianza (52%), frente a ONGs (51%), medios de comunicación (42%) y gobierno (34%). Ninguna de las 4 instituciones es considerada como ética y competente (dimensiones principales de la confianza), si bien las corporaciones son las únicas que aprueban en la dimensión de competencia y las ONGs en el ámbito del comportamiento ético.
Esta desconfianza se convierte en combustible para los temores sociales y personales. Por encima del miedo a contraer el coronavirus, tenemos miedo a perder nuestro trabajo y a perder nuestras libertades como ciudadano. De hecho, el 86% de españoles está preocupado por perder su empleo.
Desinformación y desconfianza
Como sociedad no sabemos dónde o a quién acudir para obtener información fiable. En este sentido, la mayoría de encuestados cree que tanto medios de comunicación (69%) como el Gobierno (65%) intentan confundir a los ciudadanos a conciencia distribuyendo datos e informaciones falsas.
La infodemia mundial ha hecho que la confianza en todas las fuentes de información se sitúe en mínimos históricos, siendo las redes sociales (35%) y los motores de búsqueda (53%) los que menos confianza despiertan, seguidos por los medios propios de las compañías (54%) y los medios de comunicación tradicionales (58%).
Una de las claves de esta situación de desconfianza en nuestro país se encuentra en la profunda crisis de desinformación. Sólo 2 de cada 5 españoles tienen una buena higiene informativa. De hecho, el 55% de los encuestados asegura compartir noticias, pero sólo el 41% de ellos comprueba antes su veracidad. En este contexto, los españoles no perciben la imparcialidad de los medios y están cada vez más concienciados sobre la importancia de aprender a distinguir la información veraz de la que no lo es. El estudio recoge que la preocupación por aumentar la cultura informativa de los españoles ha aumentado 40 puntos en el último año.
Víctimas de la incertidumbre
A pesar de los urgentes problemas que nos acucian, los españoles no confiamos ni en la capacidad de los líderes para aportar soluciones, ni en la veracidad de sus mensajes. La confianza en los principales referentes de nuestro país cae en todos los perfiles. Líderes de Gobierno, líderes religiosos y periodistas encabezan las últimas posiciones, frente los científicos que, a pesar de una caída del 14%, siguen gozando de 73% de la confianza de los ciudadanos. Además, todos ellos pierden credibilidad por parte de los ciudadanos.
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