Con el tercer cambio de jefe de gabinete y dos asesores para reforzar el área económica y constitucional, el Popular pretende dar un giro a su comunicación. Propuestas y mano dura con la gestión de la crisis económica, frente a las fotos con el Ibex del laboratorio monclovita.
Los resultados de Ayuso en Madrid han hecho mella en el cuartel de los populares. Por mucho que se hayan empeñado en hacer suyo el éxito en Madrid, internamente saben que el tirón de la madrileña no es, ni mucho menos, el de Casado. Para remontar en imagen, pretenden empezar de nuevo y emular a la presidenta de Madrid en sus ataques al presidente del Gobierno, evidenciando sus errores y carencias y elevándose “frente al marketing y la propaganda del Gobierno, que es lo único que sabe hacer”. “Y no es poco”, se malician en el grupo parlamentario, acostumbrado a ver cómo los asesores de Sánchez son capaces de dar la vuelta a los argumentos, para que la oposición sea vista como alejada de los ciudadanos y sin propuestas ni sentido de Estado.
Estudios, propuestas, agenda con los agentes sociales…es la hoja de ruta de Casado para demostrar la mala gestión del presidente, sobre todo, después del espejismo del verano que permitirá cierto respiro al turismo tras relajarse las medidas del Covid 19.
Para diseñar la estrategia, el popular ha fichado a un nuevo jefe de Gabinete, Diego Sanjuanbenito, a José María Rotellar y a Miguel Ángel Quintanilla. Los tres relacionados con el matrimonio Aznar-Botella.
El primero fue concejal en el Ayuntamiento de Madrid presidido por Ana Botella y desde entonces no ha parado de escalar posiciones en las listas del PP de Madrid. Rotellar, viceconsejero en la Comunidad de Madrid con Aguirre, está relacionado con Javier Fernández-Lasquetty, consejero de Economía de Ayuso, mano derecha de Aznar en el Ejecutivo y en Faes y primer jefe de Gabinete de Casado. Quintanilla es el actual director del Instituto Atlántico, presidido por Aznar.
La vuelta al aznarismo para presentar a Casado como el representante de la “realpolitik”, sin factorías de ficción sanchistas y sin telepromter, un artilugio que los de Génova se empeñan en difundir que no existe en las intervenciones de Casado.
A partir de ahora están dispuestos a difundir ideas. ¿Ideas?
Seguiremos Informando…