La farmacia se confirma como un punto clave de atención a la salud de las personas, una realidad que se ha afianzado durante la pandemia de la COVID-19. Boehringer Ingelheim ha presentado el informe “Farmacias que cambian la vida de sus pacientes” en el que se analiza el comportamiento, las necesidades y las motivaciones de las personas que acuden a la farmacia.
El informe ha contado con la colaboración de personal de farmacia, médico y especialistas de varios sectores. Además, el estudio aporta datos significativos sobre el comportamiento, las motivaciones y las percepciones de los pacientes cuando visitan las oficinas de farmacia.
Por ejemplo, un 67% de los españoles acude a la farmacia al menos una vez al mes, un usuario que el estudio ha establecido como paciente habitual; mientras que un 29%, lo hace de forma más puntual (cada 2 a 6 meses), un paciente que en el estudio se define como ocasional. Además de la recomendación del médico, las principales razones para visitar la farmacia son: el asesoramiento personalizado o la búsqueda de un producto para solucionar un problema de salud.
Acudir a la farmacia para resolver dudas
Según el informe, para todos los pacientes, el farmacéutico es la primera opción para resolver dudas sobre síntomas leves. Aunque también se valoran aspectos como la atención y la amabilidad, el asesoramiento personalizado es el principal motivo de visita a la farmacia.
En este sentido, los datos confirman que para los productos que no requieren receta, uno de los aspectos que más motiva a los pacientes habituales (62%) y a los ocasionales (55%) es el asesoramiento personal especializado.
Por otro lado, que la farmacia resuelva adversidades o que pueda conocer determinados detalles del historial clínico del paciente son otros aspectos que valoran los usuarios. Además, la farmacia comunitaria juega un papel importante ayudando a los pacientes a tener mejor adherencia a su tratamiento, aportándoles seguridad y tranquilidad.
Jesús Carlos Gómez, farmacéutico y presidente ejecutivo de la Fundación SEFAC (Sociedad Española de Farmacia Clínica, Familiar y Comunitaria), explica que “para que la farmacia comunitaria pueda proporcionar un servicio más eficiente a nuestros usuarios, es imprescindible conocer quiénes y cómo son nuestros pacientes y su clasificación por personalidad, necesidades u otros factores”.
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